Samira, la niña de seis años que el lunes por la tarde fue succionada por el filtro de una pileta en el Club Universitario de la ciudad, se recupera con el correr de las horas.
Javier, el padre de la niña, comentó a Cadena 3: "Los médicos nos indicaron que no desmejoró ni apareció ninguna secuela grave, es un proceso largo". El hombre contó que la niña al escuchar las voces de él y su mujer, reaccionó y movió sus miembros brazos y piernas: "Nos hizo pucherito como queriendo llorar".
"Por fortuna no tiene ninguna fractura. Está evolucionando bien", dijo Javier, al momento que agradeció el accionar del sargento Gonzalo Suarez: "Le voy a estar eternamente agradecido. Sin su accionar no estaríamos contando esta historia. También quiero agradecer al club que estuvo en todo momento. Quiero que Samira siga yendo allí. Es una institución muy grande y linda. Quiero que vuelva al natatorio cuando se recupere".