Si bien la cuarentena estricta ya ha llegado a su fin, al menos en muchos distritos de Córdoba y el país, la situación en cuanto al trabajo y a los estudios siguen viéndose comprometidas por esta "nueva normalidad" a la que nos somete la pandemia. En ese marco, Vía Córdoba habló con cinco estudiantes de la UNC, todas y todos ellos licenciados de distintas carreras, quienes contaron sus distintas experiencias.
La mayoría sufrió una prorrogación de varios meses al querer finalizar sus estudios. Otros tuvieron problemas con sus tesis o sus prácticas presenciales a causa de la cuarentena que no dejó salir a nadie de sus hogares.
Los festejos, otro detalle no menor para alguien que logra semejante objetivo, también se vieron afectados. Desde casa, solamente con la familia o por videollamada, cada uno se las arregló a su modo, pero ninguno se quedó sin sus felicitaciones.
En cuanto al trabajo, algunos de ellos continúan con los empleos que ya tenían hace meses, pero otros, desempleados, no ven con buenos ojos la coyuntura que les complica la búsqueda de un buen empleo acorde a sus estudios y experiencias.
Giuliana, Arístides, Eugenia, Gianluca y Ana María dialogaron con Vía Córdoba al respecto. Te contamos cada experiencia en particular:
Giuliana Franco (23), Licenciada en Comunicación Social.
Oriunda de Bariloche, hace seis años que reside en Córdoba. Desde marzo que ya tenía todo listo para recibirse, sólo restaba la defensa de su trabajo de tesis.
Si bien "académicamente no me afectó la pandemia", contó que una semana antes de que empiece la cuarentena, "me llegó un mail de la facultad avisándome que la defensa de tesis iba a ser de forma virtual".
Tuvo que atravesar un proceso engorroso, siempre apelando a la virtualidad y que ella misma calificó como "súper difícil". Debió realizar un video, grabándose, para defender su tesis.
"A ese video lo iban a ver los profes del tribunal y a la semana siguiente me iban a mandar un mail con la nota: esa iba a ser mi recibida. Ahí dije cosas que no puedo reproducir", expresó Giuliana con un poco de indignación por la situación. Añadió que fue "un golpe emocional, porque uno espera recibirse, terminar la tesis e ir a festejar".
Finalmente, "un día estaba trabajando y me llegó un mail con la nota de mi tesis. Y fue como, bueno, estoy recibida. ¿Y ahora qué? Estaba en mi casa y no había nadie ahí al lado como para festejar, fue re triste", contó entre risas.
Gracias a su madre que "se puso la 10" y los regalos que llegaron por delivery, el festejo fue mucho más de lo que esperaba. "Fue raro porque estando sola, me sentí acompañada por un montón de gente. Que eso quizás no lo hubiera tenido en la "normalidad". Porque uno como que da por sentado que la gente está al lado, no valoramos la presencia del otro", relató agradecida.
Hoy, "Giuli" sigue trabajando vía home office para la empresa Televerde, tal como lo venía haciendo meses antes de su egreso. Y, sin conformarse con un título, se encuentra realizando el profesorado de la carrera y estudiando alemán.
Gianluca Vergara Faraon (24), Ingeniero industrial.
"A principio de este año, cuando todavía no había llegado el coronavirus a Argentina, terminé de rendir los exámenes finales que tenía, pero todavía tenía que hacer las prácticas: cumplir una determinada cantidad de horas trabajando en un lugar", comenzó contando a Vía Córdoba.
El joven de 24 años aseguró que la cuarentena le afectó demasiado. "A principio de año presenté los papeles para que me inscribieran en las prácticas, pero no pudieron y la facultad cerró", contó y agregó que tampoco podía concurrir a su trabajo (y por tanto sumar horas para sus prácticas) a causa del aislamiento.
"El tema es que la facultad nunca abrió y hubo un pedido de varios estudiantes que querían hacer las prácticas. Yo figuraba como que nunca había entregado ningún papel. Así que, por las quejas, desde la facultad habilitaron las prácticas para alumnos que tuvieran permiso de circulación y estuvieran trabajando", expresó. De esta manera, con el papeleo correspondiente, tras un mes y medio pudo retomar su actividad y que se le reconocieran las horas trabajadas.
Finalmente, y tras un largo tiempo de espera, "pude hacer todo y me pude anotar a la mesa de examen de principios de julio, para presentar la práctica".
"Terminó todo el 1 de julio. Hicimos una videollamada con todos los profes, uno de ellos me hizo un chiste de que iba a tener que hacer todo de nuevo. Pero no tuve que rendir, era hablar un poco sobre la práctica que ya había hecho", relató sobre la finalización de sus estudios.
Como Giuliana, también, terminó festejando con su familia en el patio de su casa en la Provincia de Córdoba, donde vive con su familia desde el 2006.
Hoy sigue trabajando bajo la modalidad de "pasante" en la empresa Grupo Inversia en que estaba cumpliendo horas y espera un cambio de aire para el próximo 2021.
Eugenia López (25), Licenciada en Psicología.
La única cordobesa de los y las estudiantes que hablaron con este medio, de los pagos de Villa Dolores. Contó que para principios de este año ya tenía todo listo para defender su trabajo de tesis que le había llevado unos siete meses.
"Una vez que estuvo todo aprobado, me dijeron que me iban a dar fecha, probablemente para los primeros meses del 2020", contó. Pero, "a principios de este año, tras empezar la pandemia, me mandaron un mail contándome cómo iba a ser la modalidad virtual para llegar a recibirme", añadió con un poco de ofuscación.
"Euge" tenía en mente esperar a que la situación se normalizara para poder rendir de manera presencial.
"Esperé unos meses. Pregunté si podía elegir no rendir de manera virtual y me dijeron que sí. Así que decidí esperar, desde marzo hasta junio. Yo veía que esta situación seguía igual y me comuniqué con mis supervisoras. Ahí me dijeron que la facultad no iba a abrir en todo el año, que no esperara más porque tenía que rendir si o si antes del 2021", explicó.
“Finalmente me anoté para presentar mi defensa de manera virtual (…) Hablé con mi supervisora y definimos para el 21 de agosto”, detalló.
Su defensa fue aprobada y pudo festejar con su familia que "no sabía si iban a poder venir desde Villa Dolores", lo cual la había tenido preocupada. En una experiencia un poco más cercana a la "vieja normalidad", pudo celebrar también con amigos, primero en Brujas con un tradicional festejo y luego en un reconocido bar de Nueva Córdoba.
Actualmente, se encuentra sin empleo. Como todavía no puede ejercer su profesión hasta que le entreguen su título (probablemente en 2021), “sigo buscando trabajo de lo que consiga en cuanto a mi experiencia, en la parte de Recursos Humanos o algo de eso”, cerró.
Arístides Sbriccoli (25), Contador Público.
Oriundo de San Luis, actualmente vive en Córdoba. Su caso es llamativo ya que fue el único de las y los cinco al que la cuarentena y todos sus efectos adversos parecieron no haberle afectado mucho.
"Desde diciembre del año pasado ya había terminado todo el cursado. No experimenté la cursada virtual. Sí tuve que rendir de manera virtual los exámenes, que es una experiencia totalmente diferente a la presencial. Pero no me vi muy afectado, no me tocó de lleno", contó Arístides.
También agregó que "en sentido laboral, no me cambió absolutamente nada. Lo que sí cambió fue el post trabajo, el no tener que ponerme a estudiar después de trabajar".
Con respecto a los exámenes finales que le quedaban por rendir, relató: "Se atrasó un poco la mesa de mayo en mi facultad, que la pasaron para el mes siguiente. Pero después las mesas de junio y agosto, mes en que me recibí, se dieron en tiempo y forma".
De esta manera, pudo recibirse sin un desplazamiento de fechas tan estrepitoso como ocurrió en otros de los casos narrados.
En cuanto a su trabajo en Price Waterhouse Coopers (PwC), donde se realizan auditorías, si bien recalcó que hubo una merma en los primeros meses de la cuarentena, después todo volvió "paulatinamente a los niveles normales prepandemia". Hoy continúa con su trabajo en dicha empresa.
Ana María Bottanzzi (26), Licenciada en Artes Visuales.
Ana contó que en la recta final de sus estudios ya tenían "todo programado" respecto al proyecto de tesis que realizaba conjuntamente con una compañera. Supuestamente, el 30 de marzo debían finalizar todo pero "por la cuarentena nos quedó todo súper trabado".
"Con mi amiga tuvimos que hacer una organización muy grande, porque ella vive en Brasil (…) Hubo que modificar un montón de cosas. En nuestro caso, gran parte de lo que tuvo que ver con la muestra, con una exhibición de arte. Y como eso no se pudo dar tuvimos que replantear los procesos, las cuestiones conceptuales", explicó acerca de las complicaciones que acarreó el fin de los exámenes presenciales.
"Nos llevó un par de meses pero finalmente logramos pedir los permisos en la facultad, que nos aprobaran esta excepción digamos, y a fin de julio tuvimos lo que fue la evaluación y la defensa virtual", detalló, mientras aclaraba que, al momento de rendir, su amiga tuvo que realizarlo desde el país vecino.
Al respecto, Ana dijo que sintió "como que no fue muy trascendental". "Estaba sentada en mi casa en pijama, hablando por zoom", explicó. Pero, a su vez, remarcó que "fue una experiencia muy linda", en todo lo relativo al disfrute que le despertaba su proyecto.
Finalmente, y entre risas, contó cómo fueron los festejos. "Fue muy extraño que la única celebración que tuvimos fue una llamada corriendo por el departamento y un brindis a la distancia con unas fotos", enunció. Incluso, "fotoshopeamos unas fotos nuestras con unos huevos en la cabeza y eso fue todo", agregó.
En cuanto a trabajo, la egresada manifestó que "todos los proyectos que teníamos para activar, están todos frenados por las dinámicas que hay ahora. Por lo pronto, está todo bastante en stand by, pero estamos esperando que se genere algún movimiento seguro para algún lado y por ahí seguiremos".
