La Dirección de Policía Ambiental tiene el único cuerpo de canes del país dedicado a la lucha contra el tráfico, tenencia y comercialización ilegales de fauna silvestre. Hoy en el día del animal te contamos cómo se encuentra esta Brigada, que surgió para ayudar a preservar a otros animales y actualmente están cumpliendo la cuarentena obligatoria.
Los perros viven con los inspectores, que además de ser sus compañeros de trabajo son sus guías y entrenadores. Estas duplas realizaban entrenamientos semanales y controles de ruta periódicos. Sin embargo, con la llegada de la pandemia esa rutina ha sido modificada.
Cruz, un labrador negro, y Anita, una mestiza, viven con el inspector Ezequiel Buono en la localidad de Charbonier. Allí están sueltos en campo y hacen vida familiar. Ambos acompañan al agente y su familia en sus actividades y por la tarde juegan con la hija de inspector. "Mucho cariño nos están dando y nosotros a ellos", cuenta Bouno.
Juez y Zamba, por otra parte, ambos ovejeros alemanes, pasan sus días con el inspector David Rojas en Córdoba Capital. Durante el día hacen ejercicio en el patio corriendo de un lado para el otro y disfrutando de su momento de juego con la pelota. "Me acompañan todo el tiempo, les gustan las series y las noticias los aburren", bromea David.
Por último, en Río Cuarto se encuentra Mora, una ovejero alemán sable, que vive con el inspector Juan Pablo Palacios. A ella le gusta pasar el tiempo en el jardín delantero de la casa porque puede mirar hacia la calle y jugar durante un rato largo del día con la pelota. "Es muy sociable y por eso los otros perros se acercan a verla cuando está en el patio delantero", dice Juan Pablo.
Gracias al gran olfato de los perros, se interceptan aves y otros animales que son víctimas del comercio. Córdoba es una ruta de paso para las personas que transportan animales prohibidos para el mascotismo hacia provincias o países vecinos. Estos perros fueron entrenados para la detección mediante juegos y laboratorios de búsqueda.
Ante la búsqueda de alternativas para mejorar los procedimientos policiales para el control del comercio y traslado ilegal de fauna, apareció la posibilidad de armar una brigada canina para tal fin. Dado que los controles tradicionales de ruta demandaban demasiado tiempo, se pensó y ejecutó la idea del adiestramiento de perros para que en conjunto con los inspectores puedan llevar adelante procedimientos de una manera más ágil.