Por Fabricio Esperanza / Especial
El contacto fue el martes pasado, jornada en la que se celebró en todo el país el Día del Locutor. Y aunque la charla no tuvo nada que ver con el trabajo de los micrófonos, la protagonista es la encargada de ese laburo en Cadena 3, y para más datos en el programa Juntos, el ciclo más escuchado de la radiofonía cordobesa.
Geo Monteagudo, o simplemente “La Geo”, como la nombran sus compañeros y los fieles oyentes de la emisora, tiene otra pasión aparte de la locución que es bastante conocida, porque lo repite a viva voz cada vez que tiene oportunidad: es fanática de Talleres. Matadora por herencia familiar, se fue a casar con Marcelo, hincha hasta los flecos de Belgrano.
Una situación que tiene sus bemoles no sólo cuando se enfrentan en el clásico local, sino cada vez que hay que tocar el tema del fútbol. A pocos meses de ser mamá por segunda vez, ya está pensando los posibles escenarios que se pueden dar cuando su hija Amira, de dos años, y su futuro hermano/a, elijan equipo de fútbol.
–Como para eso todavía falta, vamos al principio. ¿Cómo te hiciste de la T?
–La pasión por Talleres viene de familia, en mi casa paterna son todos hinchas y el que me lo inculcó por supuesto fue mi papá. Todavía hoy guardo algunas camisetas de aquella época. Si bien en un primer momento me llevaban a la cancha, fue de adolescente cuando me mandé sola. Ahora, entre el trabajo y la maternidad, se hace más difícil ir por los tiempos. Eso sí: partidos importantes y clásicos con Belgrano, estoy.
–¿Al último clásico con Belgrano, fuiste?
–Sí, incluso la llevé a Amira. Pero bueno, es en esos momentos cuando surge de nuevo el temita de que mi marido es hincha de Belgrano, ¡jaja!
–Uhhh... ¿Se complica mucho la cosa en tu propia casa con ese "temita"?
–Mirá, con mi marido, Marcelo, tenemos una especie de pacto, tratamos de no hablar de fútbol entre nosotros, y mucho menos hacernos chistes o gastes. Y no sólo en casa: en ningún, pero ningún lado. Uno se entera, ve o escucha los partidos, pero no hay intercambio sobre el tema y entonces la convivencia va bien. Encima él va a la cancha en todos los partidos de local que juega Belgrano.
–Ahora sí, volvemos a los hijos. ¿Cómo manejan esta cuestión los dos?
–Él está muy ilusionado con que Amira sea de Belgrano… y yo con que sea de Talleres, ¡jajaja! El tiempo lo dirá, y ahora viene el segundo. Por suerte coincidimos en que somos simpatizantes de Boca, a lo mejor si se hace xeneize no renegamos tanto y evitamos inconvenientes futuros. Pero no creo, la pelea de siempre va a ser Talleres-Belgrano.
–Excepto a tu marido, ¿sos de gastar?
-Seeeee… ¡me encanta! El otro día me lo crucé en la radio a un compañero, Fede Albarenque, que es fanático de Belgrano. Y le pregunté si estaba mejor. “¿De qué?”, me responde. Y yo le digo que del dolor de cuello, de tanto mirar para abajo, ¡jaja! No me dijo nada y siguió caminando.
–Menos mal que Mario Pereyra es de la T... Si no, se te iba a ser mucho más complicado gastar a tu jefe.
–Sí, por suerte. Tener dos frentes abiertos no hubiera estado bueno, suficiente con la casa. Mario lleva los colores azul y blanco bien altos así que en eso podemos hacer causa común.
–¿La maternidad te calmó un poco o seguís gritando los goles como cuando vas a la cancha?
–Naaa, los goles están para gritarlos, siempre. En la cancha, en tu casa, escuchando la radio o viendo el partido por tele, los goles se gritan. Cuando vos te acostumbrás a vivir el fútbol yendo a la cancha, cuando desde el principio lo sentís desde las tribunas, es prácticamente imposible después no gritar los goles.
–¿Qué jugadores de Talleres recordás, al menos de los que pudiste ver jugar?
-Talleres tiene mucha historia y por lo tanto muchos buenos jugadores que pasaron por el club. Si me apurás me salen en este momento Marito Cuenca, Julián Maidana, Astudillo, Diego Garay… que son como vos decís los que tuve la oportunidad de ver. La verdad, hemos tenido tiempos maravillosos y épocas realmente malas, pero en todos los campeonatos se rescatan jugadores que dejaron todo por los colores. Y los hinchas siempre vamos a estar ahí, alentando, toda la vida.