El Lobo no asustó, pero a Talleres se lo comió

Perdió Talleres. En la noche de primavera en pleno invierno, la T se durmió ante Gimnasia y cayó 1-0. Volvió a errar y mereció al menos el empate.

El Lobo no asustó, pero a Talleres se lo comió
Talleres-Gimnasia\u002E

Por Matías Candoli.

En la primavera de pleno junio, Talleres no pudo festejar nada. Porque, en un partido parejo en todo, Gimnasia lo embocó en la primera que tuvo en el segundo tiempo y se llevó de Córdoba un triunfo, por gol de Mauricio Romero, 1-0 que dejó a la T con gusto amargo en su lucha por entrar a la Sudamericana. La T salió a pegar primero. Mandando los laterales al ataque y sumando gente en campo contrario, intentó ahogar al rival antes de que se asiente en cancha.

Luego del frenético arranque, el equipo se empezó a serenar sin renunciar a la idea de siempre: mover la pelota mediante Gil y Reynoso y sorprender con la velocidad de Palacios y Menéndez por afuera más los aportes de Godoy y Cotugno, los marcadores laterales.

Gimnasia trató de aguantar el primer embate y empezó a hacer pie. Perdomo y Bonifacio, los dos volantes centrales, se animaron a pelearle mano a mano a Guiñazú y, en cuanto a juego, Alemán y Romero empezaron a intentar crear algo de peligro para los cordobeses. Y justamente fue el volante uruguayo el que hizo revolcar a Herrera con un tiro desde afuera del área a los 13.

Pero el susto pasó rápido y la T volvió a tener dominio aunque sin profundidad. A los 23, un error en la salida de los defensores visitantes generó una opción clara que Ramis terminó definiendo desviada.

Fue una ocasión un poco aislada porque a esa altura, aunque la pelota era manejada por los muchachos dirigidos por Kudelka, no había sensación de gol en un Kempes que, en su mayoría, volvió a ovacionar a Guiñazú en cada intervención.

Gimnasia mantuvo alejado a Talleres de su propio arco. Y así se desvaneció un primer tiempo con pocas emociones en los arcos.

Poco y nada. El complemento, en el arranque, parecía igual de soporífero como lo fue el cierre de la etapa inicial. Pero, a los siete, Romero despertó a todos anticipando en el primer palo un tiro libre desde la derecha para poner el 1-0. ¿Inmerecido? Sí, totalmente. Pero en fútbol, a veces la indolencia se paga y eso le pasó a Talleres que no tuvo nunca profundidad.

Luego de quedar en desventaja, el DT Kudelka metió a Araujo por Menéndez e hizo debutar a Catriel Sánchez, que ingresó por Reynoso. Y Gimnasia, si estaba cómodo con el empate, con el 1-0 a favor, estaba como quería.

A los 17, en una contra, Alemán volvió a probar de afuera y su tiro pegó en el palo izquierdo de Herrera. Y se empezó a poner de ida y vuelta el partido. El debutante Sánchez tuvo un par de ocasiones para igualar, antes de los 30. También estuvo cerca Guiñazú, a los 33.

Sólo se jugaba en campo del Lobo platense. Los centros llovían y algunos caían en cabezas propias. Otros, en ajenas. Y, hasta el final, intentó. Pero no alcanzó para, por lo menos, rescatar un punto que lo mantenga cerca de las chances de Copa.