Lo que vale un gol. Más en un clásico. Ezequiel Rescaldani venía sin convertir, y le pesaba. Anotó contra Belgrano, repitió contra Sarmiento y aunque no repitió contra Atlético Tucumán, pese a contar con chances, siente más confianza y ya no son tantos los reclamos desde la tribuna.
“Sabía que me puteaban, y es lo normal porque a los 9 se les pide goles. Necesitaba el gol en lo personal, para retomar la confianza. Y además para que le sirviera al equipo. Por suerte repetí contra Sarmiento, voy de menor a mayor”, recapituló el delantero.
–Contra los tucumanos se te vio fastidiado por no aprovechar los mano a mano...
–Sí, la bronca era porque con un gol más liquidábamos el partido. Tuve varias chances y me quedé con las ganas, porque no hay mejor sensación que la de convertir un gol y eso me motiva más todavía. De todos modos creo que cumplí bien el rol de jugar en equipo y eso es lo principal.
–¿Es tan bravo ser 9 en Talleres?
–No, se por las estadísticas que los delanteros de área no convirtieron tantos goles acá, pero me tocó jugar en otros clubes como único punta y es más difícil. En Talleres te acompañan Ramis y Palacios por los costados, Menéndez cuando entra, y están Bebélo, el Colo Gil... estás mejor asistido.
–¿Le sigue costando a Talleres el tema de la efectividad? Se crean muchas chances y pocas terminan en gol...
–Contra Sarmiento convertimos cuatro goles. Y contra Atlético también podría haber sido una diferencia mayor y nadie hubiera dicho nada, porque generamos muchas situaciones. Y eso es lo principal. Hay otros equipos que te dan la sensación de que pueden jugar diez partidos seguidos y no convertir goles. Talleres hizo dos contra los tucumanos. Decime que en cada partido vamos a meter dos goles y te lo firmo con los ojos cerrados.
–¿Felicitaciones extras de tu papá por ganarle a Atlético? Porque jugaba en San Martín...
–No me dijo nada. Estaba contento con el triunfo, y seguro que se acordó de algunos de los clásicos que jugó en Tucumán.
–Contra Temperley les toca un rival de los que les cuesta más, al estilo de lo que fue Quilmes.
–Es distinto, Quilmes venía con muchos partidos sin ganar y ese día salió un partido raro, porque fuimos muy superiores y no supimos sobreponernos al gol de ellos. Merecíamos más y perdimos. Yo jugué en la cancha de Temperley, se que es difícil y ellos están necesitados por el promedio. Eso los hará salir y es lo que nos favorece, tenemos más espacios para nuestro juego.
Todas finales. Con goles, Rescaldani se va ganando su lugar en el equipo y abriendo puertas para el futuro inmediato.
–¿Vas a quedarte en Talleres?
–Tengo contrato por dos años más en Atlético Nacional (Colombia). Mi intención es hacer lo mejor posible y después se verá. Estoy más que cómodo en Córdoba, es mi provincia, mi familia está cerca. Y en Talleres me siento bárbaro, un club ordenado y con un gran grupo. Por eso llegó alto.
–¿Se ven dentro de la Copa Sudamericana?
–Venimos con una mentalidad positiva por los dos triunfos seguidos, más la clasificación en la Copa Argentina. Las que nos quedan son todas finales y las tomamos con esa responsabilidad.