Finaliza un juicio histórico en la ciudad de Córdoba: el femicidio de Azul Montoro, una joven trans y trabajadora sexual apuñalada en octubre de 2017 en una vivienda del centro.
Es la primera vez que la Justicia cordobesa caratula como "femicidio" el asesinato de una mujer trans. Durante la Instrucción se resolvió que el que haya sido trabajadora sexual no invalida que haya sido víctima de violencia de género.
Este miércoles, el fiscal Gustavo Arocena pidió perpetua para el único acusado, Fabián Alejandro Casiva, al avalar las pruebas que lo incriminan. De este modo, ratificó la carátula que resalta en este proceso judicial, precisó Radio Universidad.
Lo mismo hizo el querellante Tomás Aramayo. "Pedimos la pena de prisión perpetua por todos los delitos que está acusado pero sobre todo por el femicidio, el homicidio calificado por femicidio porque existió violencia machista y la supremacía por parte de él para matar a Azul", alegó.
Luego será el turno de la defensa de Casiva.
El fallo, con jurados populares, se conocería este jueves.
Violencia. El hecho ocurrió el 17 de octubre de 2017 en un departamento ubicado en Rincón 141, cercano al Mercado Norte de la ciudad de Córdoba, adonde Casiva concurrió con Azul, que era trabajadora sexual.
De acuerdo con la acusación, como el homicida no tenía dinero para pagarle se inició una discusión que terminó con el asesinato de la joven trans, que recibió 18 puñaladas.
Como al momento del crimen la joven ya había logrado cambiar su identidad a través de la ley que rige desde 2012, el hecho fue caratulado como “femicidio” y es el primer caso que llega a juicio con esa figura en el caso de personas trans.