El partido se presentó favorable para Belgrano desde el inicio. Parecía que, con el nuevo esquema, el equipo de Sebastián Méndez encontraba los caminos para vulnerar a la defensa de Patronato.
Con Melano por derecha y Barbieri por izquierda más el aporte de un inquieto Aquino, los locales tuvieron la iniciativa. A los seis, el mismo Melano llegó al fondo y se le fue muy larga. Dos minutos después, un cabezazo de Aveldaño dio en el travesaño y, en el rebote, se lo perdió Márquez de forma increíble. Todo parecía indicar que el primero de la B iba a llegar de un momento a otro.
Aquino probó a Bértoli, el arquero visitante, que respondió bien a los 17. Pero, siempre hay un pero, a los 23, Melano dio mal un pase atrás y habilitó a Arce que, sin dudarlo, levantó el centro perfecto para el cabezazo letal de Matías Quiroga. El grandote puso el 1-0 en lo que fue la primera llegada del rival.
Fue un golpe que le costó asimilar. Y todo lo bueno que hizo el Pirata, se empezó a derrumbar. Volvieron las impresiciones, los nervios, las discusiones dentro de la cancha. Ya era el equipo de siempre al que no le salía una. Pero, desde afuera, el Gallego Méndez trató de que sus muchachos vuelvan por sus fueros.
Y, sobre el final del primer tiempo, lo lograron. A los 38, un desborde de Quiroga dejó a Melano de cara al gol pero del veloz delantero llegó un segundo tarde para empujarla a la red. Y, en la última jugada del primer tiempo, otra vez fue Melano el que la tuvo pero Bértoli, el interminable arquero del equipo paranaense, se lo impidió.
Se puede decir, en el cierre de la etapa, que Belgrano no hizo los goles ni impidió que se los hagan con ese error que costó el 1-0. Por eso pierde el Celeste que espera mejorar en el complemento.
En la segunda parte, se repitió la historia del cierre de la primera. Con Belgrano yendo al frente, con pelota dominada y terreno para jugar. Patronato se dedicó a aguantar el resultado y meter algún que otro contragolpe.
Como el resultado no se movía, Méndez empezó a mover el banco del Pirata. Las variantes de Luna por Lértora y de Attis por Saravia, devolvían esperanzas al Celeste. Igual, no tuvo llegadas claras hasta después de los 25.
Bértoli, el uno de Patronato, se empezó a lucir ante las llegadas de Melano, Márquez y de algún disparo de Luna. Pero, a los 34m llegó el desahogo. Aquino le hizo abrir las manos al veterano arquero y Barbieri definió con el arco solo. El gol fue gritado por mucho más que los jugadores, cuerpo técnico y allegados. Fue una pequeña explosión de alegría. Y, a pesar del empuje esperando la heroica, el Celeste se tuvo que ir, otra vez quedándose con las ganas de volver a ganar de local, en el Kempes, en el 2017.