Era mediados de marzo cuando Córdoba y el resto del país se conmocionaron con la particular historia de un pingüino rescatado nada menos que en una casa particular de la localidad de Santa Rosa de Calamuchita.
Allí formaba parte de una familia que lo trajo desde el sur del país porque "lo vio desorientado". Formaba parte de las mascotas que estaban en la vivienda, entre los perros y las gallinas.
Lo cierto es que la Policía Ambiental de Córdoba fue a rescatarlo a esa casa para tratar de que estuviera en un lugar más acorde a los animales de su especie.
Allí arrancó un camino que finalizó dos meses después, esta semana, cuando "Pijuí" tal y como lo bautizaron los especialistas que participaron de su tratamiento, regresó al mar.
"Su recuperación fue algo emotivo. La verdad que estamos todos muy contentos con la reinserción", dijo a Cadena 3 Juan Pablo Loureiro, veterinario de Mundo Marino y director técnico de la fundación que participó de la recuperación del pingüino desde que llegó de Córdoba a ese lugar.
El pingüino es un animal gregario (se mueve en grupo), por lo cual "Pijuí" no volvió solo: lo hizo con otros 14 ejemplares que también habían perdido su rumbo cuando intentaban migrar desde el sur de la Patagonia hacia el sur de Brasil.
"El animal llegó con una baja de peso importante y tuvimos que hacer todo un trabajo. Hubo que tratarlo como un paciente clínico, desparasitarlo, darle antibióticos y todo un proceso para que se recupere", explicó Loureiro.
Una vez recuperado, "Pijuí" recibió el alta médica y se lo reunió con los otros pingüinos.