Se trata de los restos del Liempichún Sakamata,"gigante" tehuelche llevados al museo de París por el conde Henry de la Vaulx en 1896, quien tras profanar su tumba se llevó a Francia el esqueleto y su ajuar funerario compuesto por un estribo, pendientes y monedas -todo de plata-, además de 30 cajas de cráneos y otras joyas.
La abogada Sonia Ivanoff, de la comunidad tehuelche Liempichún Sakamata, del Paraje chubutense Payagniyeo, confirmó que la ONU aceptó tratar el caso y lo hará "el 24 de septiembre".
Desde el 23 de junio de 2015 se viene reclamando la restitución ante el Museo parisino y a las autoridades francesas, pero hasta el momento los restos de Liempichun Sakamata, identificados por el historiador argentino Julio Vezub, siguen en el Museo del Hombre de París.
Fernando Miguel Pepe, antropoólogo que trabaja en el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas dijo que "ahora prohibieron a todos los científicos que acceden a sus colecciones a divulgar datos que relacionen restos humanos de "sus colecciones"con descendientes vivos , por el término de 20 años, quieren impedir nuestro trabajo y el reclamo justo de las comunidades".
"Desde el Programa Nacional de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas del INAI venimos acompañando todo el proceso de reclamo y visibilización de este caso, pero la resolución requiere una intervención netamente política más que científica", destacó Pepe.
El antropólogo aseguró que "hay antecedentes positivos desde el museo francés que nos alientan a impulsarel reclamo más allá del derecho inalienable que tienen todos los pueblos de enterrar a sus muertos según su cosmovisión".