Mociulsky sobre despidos en Tileye: "No nos hace gracia ni nos gusta cerrar la planta"

El gerente de la empresa afirmó que ven con buenos ojos indemnizar a los empleados con la planta y maquinarias para que formen una cooperativa.

Representantes de la empresa se juntarán con autoridades gubernamentales para buscar una solución.
Representantes de la empresa se juntarán con autoridades gubernamentales para buscar una solución.

Uno de los conflictos que se desató la semana pasada en Catamarca, tuvo que ver con el cierre de la fábrica Tileye, que trajo como consecuencias el despido de muchos trabajadores, que empezaron a protestar para obtener una solución.

Este miércoles habrá una reunión importante entre representantes de la firma con autoridades del gobierno provincial para intentar encontrar una respuesta. Gerardo Mociulsky, gerente de Tileye, gerente de Tileye, habló sobre esta difícil situación.

“Siempre estamos abiertos a analizar alternativas. No nos hace gracia ni nos gusta cerrar la planta, que está intacta, con maquinaria y materia prima como para empezar a producir el día de mañana”, afirmó.

"Hace diez años que, habiendo perdido la promoción industrial, (…) se siente que la empresa es deficitaria y hace cinco que entró en una crisis más profunda. Hace dos o tres que ya hizo explosión en conjunto con la situación general, lo que nos hizo entrar en convocatoria de acreedores”, detalló como fue decayendo con el paso de los años.

Metiéndose de lleno en la reunión que mantendrán este miércoles con autoridades gubernamentales, expresó: "Lo que nos interesa es tratar, con lo poquito que tenemos, de que la gente esté lo mejor posible. Se tratará de obtener una ampliación del fondo de desempleo que les permita tener un bono, alrededor de 10 mil pesos durante un periodo de seis meses. Por otro lado, la intención es ofrecerles un complemento hasta un valor que iguale lo que era su ingreso neto mensual", señalo.

Por último, hizo hincapié en la posibilidad de que se forme una cooperativa. "Con mucho gusto los indemnizaríamos con la planta, con todas las máquinas, con todos los insumos y materias primas, para que la gente pueda preservar y mantener su nivel de trabajo. Aunque no la podríamos manejar nosotros, evidentemente la manejarían los empleados con el apoyo del gobierno. Entiendo que las cooperativas están exentas de cargas sociales y de un montón de costos agregados, por lo que podría ser mucho más eficiente", concluyó en diálogo con El Esquiú.