Un grupo de niños de barrio Carlos Paz Sierras estaba jugando en un descampado, cuando de repente entre la maleza encontraron un revólver calibre 38. Afortunadamente, lejos de manipilar el arma, los niños llamaron a su mamá para mostrarle semejante hallazgo.
La mujer inmediatamente dió aviso a la policía. Al llegar al lugar señalado, los efectivos constataron que el arma de fuego no era una réplica y estaba cargada.
El arma fue secuestrada y quedó a disposición de la justicia que investiga la procedencia de la misma.