Desde la Protectora de Animales Desamparados de Villa Carlos Paz (Ipad), comparten mediante mensajes, fotos y video en redes sociales, diferentes pedidos, historias y necesidades que muchas mascotas y animalitos padecen y necesitan a diario tanto en Villa Carlos Paz como en toda la región, pausando sus labores individuales para darse el tiempo suficiente para ayudarlos y asistirlos.
En este caso la historia nos llevó a dos entrañables amigos “comunitarios”, Toro y Chicle, dos perritos de diferentes edades pero cuyo estímulo diario siempre fue el de estar unidos. Sin embargo, la semana pasada y tras un confuso episodio, Toro (el mayor de los dos) fue llevado a los caniles municipales donde permaneció por varios días y en donde su estado anímico se fue desmejorando con el correr de las horas luego de verse encerrado y lejos de su “amigo callejero”.
“¡Vecinos! Estamos tristes y desesperados. Toro, viejito comunitario, casi toda su vida en la calle con su inseparable amigo Chicle. Años y años viviendo a la intemperie, alimentado y mimado por los vecinos. Pero un día, parece que se portó mal... Un vecino lo denunció, no sabemos que pasó pero fue a parar a las Caniles municipales, ¡encerrado en una jaula! Acostumbrado a la libertad, nos avisan que se nos viene abajo, que se está muriendo de tristeza”, publicaban en Facebook pocos días antes de terminar el año.
Debido a esto es que rápidamente se pusieron en campaña en conseguirle lo antes posible una familia que estuviese dispuesta a recibirlos juntos, así como siempre lo estuvieron en las calles, que sean mimados y cuidados en una nueva casa.
Fue entonces que pasaron los días, pero así como si fuese un mágico deseo de fin de año, ese llamado lleno de esperanzas finalmente llegó por parte de “Mery”, una vecina recientemente desempleada y con su casa aún por terminar, se ofreció a adoptarlos recibiendo la ayuda y la colaboración por parte de la protectora para poder cerrar el perímetro de su casa y, de este modo, ofrecerles a Toro y Chicle un grande y cuidado hogar así como se lo merecen.
“Mery se comprometió a llevarlos a la costa (costanera de Carlos Paz) y a la zona del Avión los fines de semana como para que no extrañen tanto la calle y hacer un proceso de adaptación un poco más flexible para ellos”, contaba Lorena Calderón a VíaCarlosPaz, líder de Ipad y precursora de esta gran movida en pos del bienestar de estos dos perritos comunitarios que, casi de un día para el otro y luego de una situación inesperada, finalmente consiguieron hogar y dejaron sus andanzas callejeras atrás.
Al respecto, Lorena nos decía: “No es el primer caso que por algo que les sucede en la calle los adoptan, a Hércules le pasó lo mismo, lo chocaron y lo terminó adoptando el veterinario Romero; a Harry y a Potter también, uno se enfermó y una compañera mía los terminó adoptando. Y por lo general quienes adoptan a los perros comunitarios son personas que los conocen de la cuadra, los que los ven en el día a día (...) No te digo el cien por ciento, pero un treinta por ciento de los comunitarios tienen que pasar por algo para que los adopten”, agrega y aclara brevemente Lorena, una fiel y comprometida voluntaria que junto a un gran equipo de trabajo, auxilian, ayudan y asisten a cada uno de las mascotas y animalitos que lo necesiten.