Los errores de refracción, tales como la miopía, la hipermetropía, la presbicia y el astigmatismo, son problemas muy comunes de los ojos. La mayoría de las personas tienen uno o más de ellos y, generalmente, son fácilmente corregidos con anteojos o lentes de contacto.
Todas estas condiciones se denominan "errores refractivos", porque los ojos afectados no pueden enfocar correctamente los objetos sobre la retina.
Los síntomas principales de los errores refractivos son la visión borrosa, picazón, sensación de tensión en los ojos y, ocasionalmente, dolor de cabeza, estos últimos provocados por un sobresfuerzo continuado. Estos síntomas suelen desaparecer al corregir el defecto, ya sea con anteojos, lentes de contacto o por cirugía.
¿Qué es la miopía?
La miopía es la situación en que los ojos pueden "registrar" bien los objetos que están cerca, pero no pueden enfocarlos con claridad de lejos.
Leer mucho, iluminaciones deficientes, factores nutricionales o utilizar lentes de contacto no causan la miopía ni influyen sobre su evolución.
Las miopías de más de 6 dioptrías se consideran "altas" y necesitan controles periódicos de la retina, ya que pueden aparecer afecciones como el desprendimiento de retina con más frecuencia que en un ojo normal.