Este 3 de julio, el segundo dique del lago San Roque y su emblemático embudo, cumplieron 75 años de historia, sí, así como lo leés. Fue en una fría mañana de invierno de 1944, cuando quedó finalmente inaugurado lo que con los años, pasaría a ser el sitio simbólico y de paso obligado para todo aquel que visitara las sierras.
Ese frío lunes 3 de julio, el presidente Edelmiro J. Farrel junto a autoridades políticas y eclesiásticas tanto de Córdoba como de Buenos Aires, se dieron cita en un acto más que importante para la región, en un evento verdaderamente trascendental.
Este nuevo dique, mostraba una estructura nunca antes vista, ya que contaba con dos válvulas y un embudo imponente con salida al túnel vertedor y a un nivel de 35,5 mts.
A diferencia del primer dique que se hizo con cales argentinas, este nuevo proyecto se materializó con hormigón de cemento portland, con una cota máxima de embalse de 350 hm3 y con una longitud de coronamiento de 145 mts. Además, se elevó a unos 45 metros y con 150 metros de largo, lo que amplió la cota del embalse.
El extraordinario despliegue fue llevado a cabo por los ingenieros Rodolfo Ballester, Adolfo Suárez y Eduardo Huergo, aunque tras su fallecimiento fue reemplazado por el Ing. Carlos Volpi, quienes mediante un arduo trabajo previo, estudiaron las condiciones climáticas del lugar, la cantidad de lluvias caídas en Córdoba, la cuenca, sus afluentes del San Roque y el Suquía, sumado a estudios y antecedentes recopilados.
Todo, con el fin de proyectar y concretar la obra de acuerdo a todas las necesidades de la región en materia hídrica de contención, ambiental, vial y de seguridad.
La súper estructura del nuevo dique San Roque fue licitada en julio de 1938 luego de la creación de un Fondo Hidráulico y finalmente, fue inaugurada ese frío lunes 3 de julio de 1944.
Hoy, y pese a la presencia imponente del flamante Puente José Manuel de la Sota, el dique San Roque sigue siendo ese paso obligado por muchos, por su estructura, por su historia y sobre todo, por una obra que le dio un sentido diferente a las sierras cordobesas allá, a mediados del siglo XX.