En una jornada de pánico y alta aversión al riesgo global derivada del aumento en la probabilidad de una recesión en EE.UU., las acciones argentinas se hundieron hasta 12% ayer en Wall Street. Los bonos en dólares perdieron hasta 5,4% y anotaron nuevos mínimos históricos, lo que llevó al riesgo país a superar los 2.100 puntos. Ocurrió en un contexto local de crecientes dudas económicas y financieras tras la liquidación de los títulos en pesos de la semana pasada y el salto de los dólares bursátiles. Los temores a que una mayor inflación mundial determine que los bancos centrales suban sus tasas de interés afectando fuertemente el crecimiento económico, junto con los desafíos que debe enfrentar la Argentina en los próximos meses, provocaron una fuerte corriente vendedora por desarmes de posiciones en activos.
Fuerte intervención del BCRA
El Gobierno pone en juego toda su artillería para intentar contener el embate que recibieron los bonos en pesos con el objetivo de sostener la capacidad de financiamiento del Tesoro en el mercado local y evitar que las presiones sobre el dólar sigan incrementándose. El Banco Central actuó con fuerza durante el cierre de la semana pasada: en sólo dos jornadas compró títulos CER por unos $150.000 millones para marcarle un piso a la cotización, según supo Ámbito. La decisión es mantener una fuerte intervención en los próximos días. El jueves, el directorio del BCRA definirá una nueva suba de tasas.
Impacto en el agro
Apenas hace unos días la soja llegó a cotizarse en el mercado de Chicago en su valor máximo histórico –u$s655 por tonelada- pero el escenario parece haber cambiado rotundamente y los precios de los commodities del agro estarían encontrando un tope o, en el peor de los casos, ingresando a una temporada a la baja. Es que luego de que se conociera la inflación interanual en Estados Unidos, que en mayo alcanzó el 8,6%, los mercados entraron en plena revolución a la espera de una posible nueva suba de tasas por parte de la FED, que impactaría directamente en el precio de los granos, con el claro objetivo de que bajen los precios de los alimentos a nivel mundial.
Suba de los dólares financieros
El dólar “contado con liqui” (CCL) -operado con el bono Global 2030- subió $10,13 (+4,5%) a $237,74, máximo nominal desde enero pasado, con lo cual la brecha con el tipo de cambio mayorista se estiró al 94,4%. El dólar MEP -también valuado con el Global 2030- avanzó menos, $4,17 (+1,9%) hasta los inéditos $227,37 (durante la rueda llegó a sobrepasar los $230), por lo que el spread con el tipo de cambio oficial quedó en 85,9%.
FMI busca adelantar evaluación
Cerrada ya la primera misión del año con el FMI y a la espera de la confirmación final de la aprobación de sus resultados, ya comienza a pensarse en la próxima evaluación. La nueva fiscalización se concretaría cuando cierre el segundo trimestre del año, con lo que la idea sería que las partes vuelvan a cruzarse entre fines de julio y agosto. Desde Buenos Aires se buscaba que se extendiera hacia septiembre (lo más lejos posible en el tiempo), para que la próxima se concrete hacia fin de año. Sin embargo, desde Washington hay una visión diferente. En la sede del Fondo se cree que las misiones a la Argentina deberían ser lo más rápido posible una vez cerrado el período seleccionado, dadas las crónicas dificultades que muestra la economía criolla.
Bajísimas chances de default
La posibilidad de que el gobierno defaultee la deuda en pesos es de bajísimas chances. Estamos hablando de una economía que no tiene ingreso de dólares porque lo que ingresa por soja se va por importación de energía. Con lo cual, el aumento de las reservas del Banco Central es mínimo, es exiguo. No se tienen vencimientos de deuda en dólares. Y los vencimientos que se tienen son en pesos. Y el gobierno es el dueño de la maquinita para imprimir pesos. Si el gobierno reperfilara la deuda, automáticamente el dólar blue se dispararía a valores siderales. El 120% de brecha que tuvimos unos meses atrás sería el piso. Tendríamos una brecha muchísimo más alta, con lo cual la economía quedaría virtualmente frenada y entraríamos en una recesión.
Inversiones en pesos y dólar MEP
Dentro de ese contexto las inversiones en pesos, sabiendo que podemos tener unos 30 primeros días de volatilidad y unos segundos 30 días de recuperación, la vemos viable. Pero nunca con colocaciones que excedan el primer trimestre de 2023. Obviamente, también vemos que el dólar MEP podría seguir incrementándose. Y es factible que también el dólar linked empiece a darnos mayores satisfacciones. Quizás no ahora pero sí a partir de agosto/septiembre qué es cuando empiezan a mermar los ingresos de dólares por la cosecha.