Es la hora del almuerzo y se está formando una cola para las hamburguesas en Krowarzywa, elegidas como las mejores de la ciudad en una encuesta en línea: estudiantes, familias, hombres de negocios en traje. Esto es Varsovia, donde el almuerzo habitual suele ser un trozo de carne con una guarnición de salchicha.
Pero en Krowarzywa, que significa "vaca viva" y contiene la palabra warzywa , que significa vegetales, ningún animal resultó dañado en la elaboración de la comida. Las hamburguesas están hechas de mijo, tofu o garbanzos. El "salamín vegano" más vendido está hecho de seitán, un sustituto de la carne a base de trigo.
Varsovia tiene casi 50 restaurantes veganos. Eso no significa que tenga tantos veganos. Kassia, una profesional de veintitantos en la cola, dice que no tiene ninguna objeción ética a comer carne. Viene a Krowarzywa porque le gusta la comida.
Kornel Kisala, el jefe de cocina, cree que la mayoría de la clientela de Krowarzywa come carne, pero eso no le preocupa. "A los animales no les importa si comes una hamburguesa vegana porque está de moda o porque es sabrosa". En total, el 60% de los polacos dice que planea reducir el consumo de carne este año. Comer comidas vegetarianas y veganas de vez en cuando es una de las formas en que algunos eligen hacerlo.
El interés por la comida vegana se ha disparado en todo el mundo, pero también el consumo de carne ha crecido un 3% anual desde 1960 principalmente por que a medida que se van incorporando países nuevos consumidores se sostiene el crecimiento, como por ejemplo China que paso de 14 kilos al año en 1970 de carne a 55 kilos al año en la actualidad por habitante.
Se destaca la aparición de los flexitarianos que alternan dietas omnívoras y vegetales, en virtud de mejorar su propia salud, la salud del medio ambiente y el bienestar de los animales. Por ello apuntar a una dieta saludable balanceada debería ser una meta a lograr en el más corto plazo.
Hay proteínas para todos...