En el mes de octubre del 2019, comenzaron a construir un espacio de encuentro para observar el cielo patagónico resguardado del viento y el frío.
Su diseño invita a la conexión con la naturaleza y con uno mismo, basado en sistemas ancestrales, con materiales autóctonos de la zona y junto a trabajadores de comunidades vecinas.
Su morfología, representa un espiral invertido que remite a una serpiente ya que es ésta la constelación que se puede observar en el equinoccio de Septiembre.
Está alineado a su vez, con la salida del sol el día del equinoccio (que sucede dos veces al año) dejando entrar los rayos de luz por un agujero en una de sus paredes, - que además cumple la función de espacio donde guardar la leña - y con la Cueva de las Manos.
Cuenta además con un sistema de estufa Rocket que permite optimizar al máximo el uso de leña, y todo el calor generado es liberado en el banco de masa. Los gases son convertidos en vapor de agua a la chimenea, dando confort y calidez a la persona que está sentada, y evitando de esta forma que se libere dióxido de carbono a la atmósfera.
En cuanto a la observación estelar, cuenta con 4 espejos de agua muy utilizados para este tipo de prácticas también desarrollados por culturas andinas a lo largo de toda América. Consiste en 4 especies de "morteros" que llenándolos con agua se reflejan las estrellas. Están ubicados en cruz, siguiendo las proporciones de la Cruz del Sur, una de las constelaciones regentes de nuestra región.
Este observatorio se encuentra a metros del Refugio La Posta de Los Toldos en Portal Cañadón Pinturas del Parque Patagonia.