Este 2 de abril, 38º aniversario de la Guerra de las Islas Malvinas, la Municipalidad de El Chaltén recordó a quienes fueron declarados Visitantes Ilustres de la localidad por su participación en el conflicto bélico.
En este nuevo Día del Veterano y los Caídos en la guerra en Malvinas el Intendente Néstor Ticó reafirmó "el honor que representa compartir momentos con nuestros héroes de la guerra, y con todo este respeto que sentimos con ellos los invitamos a El Chaltén donde serán reconocidos como se debe".
En aquel primer encuentro del Intendente con un ex combatiente, Marcelo Postogna, miembro de la Compañía A del 7º Regimiento de Infantería Mecanizada de La Plata, consideró que "este reconocimiento es una caricia para nosotros, al igual que el cariño de la gente".
A su vez, Jorge Tolaba, Cabo Principal de Operaciones Generales en el destructor misilístico A.R.A. Bouchard, recibió el reconocimiento acompañado por su hijo y sus nietos, quienes son residentes permanentes en la localidad.
Julio César Herrera sirvió en la Sección Perros de Guerra del Batallón de Seguridad de la Base Naval Puerto Belgrano, y se mostró "contento y orgulloso" por la distinción, resaltando que "si bien son pocas las localidades que hacen reconocimientos de este tipo, la gente y los jóvenes están reconociendo nuestra historia", y destacó que "cuando hablamos de lo que vivimos la gente se emociona, y es un orgullo para nosotros que luchamos por la bandera Argentina".
Rodolfo Ocampo fue miembro del 7º de Infantería de La Plata, y Luis Meira fue paracaidista en el Grupo de Artillería Aerotransportada 4 de la provincia de Córdoba. Este último recordó que "siendo clase 62 fuimos convocados de urgencia porque ya contábamos con instrucción, y en las islas estuvimos en Puerto Argentino, donde nos desplazaron por la zona desde el 23 de abril hasta el final, cuando fuimos tomados prisioneros".
Asimismo, consideró que la distinción es “un orgullo”, y aseguró que “hoy en día nos saludan y felicitan y agradecen por lo que hemos dado en el 82, y por eso vamos tratando de malvinizar y llevar la causa adelante”.
Roberto Funes prestó servicio como soldado camillero de la Fuerza Aérea Argentina en el Puesto de Socorro del aeropuerto Islas Malvinas, y recordó cómo llegó "en el primer Hércules por la mañana, cuando todavía flameaba la bandera inglesa, y la bajamos y sacamos el cartel que decía Falkland Islands y pusimos el de Puerto Argentino, lo que es un hecho memorable en mi vida por haber participado en la toma y recuperación de las islas".
Enrique Pereyra fue cabo segundo en el Control de Averías del buque tanque A.R.A. Punta Médanos de la Armada Argentina, y explicó que "estuvimos embarcados 55 días, a merced de los sea-harriers y los submarinos atómicos ingleses, esperando que alguna bomba o torpedo nos diese, más allá de que transportábamos 20 mil toneladas de combustible".
También rememoró que “el día más triste para el veterano de guerra es el 14 de junio de 1982, cuando un helicóptero levantó vuelo y flameó una bandera blanca comunicándole a las tropas que Puerto Argentino se había rendido. Eso fue un día que nos marcó para siempre, porque fue la noche de la máxima resistencia”.
Carlos González fue miembro del Batallón de Infantería Marina Nº2 que participó de la Operación Rosario, el desembarco inicial que dio por resultado la recuperación de las Islas Malvinas, y durante el conflicto formó parte de la 3ª Sección de la Compañía D del mismo Batallón, ocupando la península Camber.
Fabián Costa era un civil trabajando en las Islas Georgias cuando Argentina recuperó el archipiélago y, mientras duró el conflicto en la zona, estuvo bajo bandera en roles logísticos y encargado de la operación radial hasta que fue tomado prisionero junto con otros 172 soldados argentinos apostados allí.
“Formamos parte de una operación encubierta por la supuesta búsqueda de un dique flotante durante los primeros días de marzo”, narró Fabián, y detalló que “durante la toma de las Georgias sufrimos seis bajas, pero se recuperaron las islas, y cuando nos encontramos ante la posibilidad de no poder salir asumimos roles de defensa, porque tomamos consciencia de que nos iban a invadir y empezamos a armar la isla para repeler el ataque”.
Las islas Georgias del Sur fueron ocupadas nuevamente por Inglaterra en el segundo combate de Grytviken el 25 de abril: “tras dos arduos combates, en 48 horas se rindieron todos los soldados argentinos y fuimos tomados prisioneros. Fuimos 173 prisioneros trasladados a la isla Asención en África, donde estuvimos casi toda la guerra”.
Luis Kovalski integró el cuerpo de élite de GNA Escuadrón Alacrán que, proveniente de Eldorado, provincia de Misiones, pasó a integrar las Compañías Comando 601 y 602 del Ejército Argentino a lo largo de la guerra de las Islas Malvinas: "fue un orgullo, un honor y una satisfacción como Gendarme haber podido defender lo que es nuestro, que nos pertenece por derecho, y en aquel entonces lo vivimos y actuamos de esa manera".
También rememoró su arribo a las islas: “fue en Comodoro Rivadavia donde tomamos el avión, y en una audacia de los pilotos pudimos llegar, y digo audacia porque volamos de noche y ellos se guiaban por la luz de la luna sobre el mar. Recuerdo que cada vez que el avión volvía al continente lo primero que había que hacer era limpiar el fuselaje para sacar el salitre, porque planeaban casi al ras del mar”.
Juan Carlos Steijman fue soldado del Ejército apostado en la ciudad de Puerto Argentino, y afirmó que los jóvenes que combatieron en el archipiélago "resistieron como leones" y destacó que "el patriotismo estuvo en cada rincón" de las islas: "no renunciaremos a Malvinas, nos pertenecen".
También consideró, respecto de su distinción, que “esta iniciativa le va a alegrar la vida a muchísimos veteranos, y si se hubiera hecho antes por quienes nos enviaron a la guerra habría por lo menos 500 más vivos”.
Carlos Linardi integró el 7º Regimiento de La Plata; Rubén Manuel Luján fue soldado aerotransportado de la provincia de Córdoba; Julio La Luz sirvió como soldado del Escuadrón de Caballería Blindado Nº10; y Enrique Cerezo fue marino mercante del A.R.A. Cabo de Hornos.
Cerezo explicó que “nos sentimos muy halagados de que en un lugar tan alejado de los centros urbanos de la Argentina, y en un lugar donde tienen un 80 por ciento de visitantes extranjeros, hagan un reconocimiento así a los veteranos”, y agregó “que en un lugar a uno lo reciban de esta forma, para nosotros es una gran alegría porque significa que hay un pueblo que todavía se acuerda, que está detrás de la causa y, fundamentalmente, está con la Soberanía”.
“Las políticas argentinas han variado muchísimo a lo largo de los años, pero en lo que a Soberanía se refiere, una política es soberana o entreguista, no hay caminos medios ahí. Y cuando alguien se hace cargo de una política soberana, realmente es para aplaudirlo” concluyó el excombatiente.