El Día Mundial sin Sorbetes surgió con el objetivo de generar conciencia y difundir el rechazo al sorbete plástico. Este miércoles se celebra ese día y la Ciudad de Buenos Aires entregó este año más de 23.000 sorbetes y 9.500 bolsas plásticas a la ONG Alma Reciclada, para fabricar elementos con plástico termofusionado, informó
”Desde hace tiempo Buenos Aires trabaja para desalentar el uso de los plásticos de un solo uso, entre ellos los sorbetes, debido a su impacto en el ambiente. Junto con otras ciudades como Pinamar, Mendoza y Ushuaiase encuentra a la vanguardia de este tipo de acciones que permiten garantizar una mejor calidad de vida para todos los ciudadanos”, aseguró en un comunicado Eduardo Macchiavelli, secretario de Ambiente porteño.
La Ciudad, desde la Secretaría de Ambiente, entregó más de 23.000 sorbetes y 9.500 bolsas plásticas para fabricar elementos con plástico termofusionado a la ONG Alma Reciclada, que es una organización de mujeres que transforman bolsas plásticas, sorbetes y lonas publicitarias en desuso en billeteras, cuadernos, agendas, macetas y estuches para anteojos.
Los productos entregados fueron decomisados en distintos operativos de control realizados por la Agencia de Protección Ambiental (APrA) para dar cumplimiento a las leyes de la ciudad que prohíben los plásticos de un solo uso.
La prohibición de la entrega de sorbetes surge de la Resolución-2019-816-GCABA-MAYEPGC y es complementaria de la prohibición de entrega de bolsas plásticas de un solo uso que entró en vigencia en enero de 2017. Los plásticos de un solo uso constituyen una creciente amenaza para los entornos urbanos debido a que suelen ser descartados rápidamente.
Se estima que cada sorbete se usa unos pocos minutos y puede tardar entre 150 y 400 años en descomponerse. Además, es el cuarto residuo plástico más común en las costas y los océanos.
Asimismo, en el caso de las bolsas plásticas, se calcula que, desde la entrada en vigencia de la prohibición, dejaron de entregarse 500 millones por año.