Agrupaciones políticas, organizaciones sociales y entidades de Derechos Humanos marcharon este sábado al centro porteño, en dirección al Palacio de Tribunales, para exigir la libertad de la dirigente jujeña Milagro Sala, a cinco años de su detención.
La movilización empezó a las 12 del mediodía, desde la calle Alsina y la Avenida 9 de Julio. Alrededor de las 13 horas, los aproximadamente 5000 manifestantes coparon las inmediaciones del Obelisco, generando un caos vehicular en ese punto neurálgico de la Ciudad de Buenos Aires.
En la cabecera de la manifestación se observaban las banderas de la organización Túpac Amaru. Desde allí y en dirección sur, hacia la Avenida Independencia, se intercalaban columnas de otras agrupaciones como Militancia Popular, la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), Patria Justa, Corriente Peronista 13 de abril, CTD Aníbal Verón, Frente Barrial de la CTA, Movimiento Territorial de Liberación, Movimiento Mayo, Frente Transversal y Espacio Puebla, entre otras.
La convocatoria finalizó frente al edificio del Máximo Tribunal de Justicia, en Talcahuano y Tucumán. Bajo la consigna “La Corte, basurero de la democracia”, arrojaron cientos de bolsas de basura por encima de las vallas en la entrada de la sede judicial.
Uno de los organizadores de la cita fue el referente de La Cámpora y ministro de Desarrollo bonaerense Andrés “Cuervo” Larroque, quien tuiteó desde la manifestación: “La Corte que la corte”.
En este sentido, el dirigente Alejandro Garfagnini, coordinador nacional de la Túpac Amaru y referente del Frente por Trabajo y Dignidad Milagro Sala, sostuvo que la movilización se dirigió hacia el máximo tribunal porque ”es justamente la Corte la que tiene que resolver la apertura de los expedientes y de los recursos en queja presentados”.
“Tiene que dictar la nulidad de las causas. Vamos a hacer miles de acciones hasta que esta Justicia vuelva a tener fallos independientes, y no monárquicos, que lo único que intentan es dejar a la Argentina en letargo en términos de Estado de Derecho”, afirmó.
Milagro Sala se encuentra detenida en su casa. Fue arrestada en 2016 por un acampe frente a la sede del gobierno jujeño, que lidera el radical Gerardo Morales. Entre las condenas que recibió figura una a tres años de prisión en suspenso por encabezar un escrache contra Morales en 2009, cuando el actual mandatario provincial era senador.
Además, fue condenada a 13 años de cárcel por defraudación al Estado, asociación ilícita y extorsión en la causa llamada “Pibes Villeros”. En ese expediente se investigó el desvío de fondos estatales por más de $ 60 millones, cobrados por cooperativas para construir viviendas sociales que nunca se hicieron, entre 2011 y 2015.
En 2018, la Corte Suprema determinó que la dirigente debía cumplir prisión domiciliaria, al ordenarle al juez de Jujuy Pablo Pullen Llermanos que le devuelva el beneficio a la dirigente, tal como lo había solicitado en 2017 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Distintos dirigentes kirchneristas la consideran una presa política. “Me considero una presa política. Primero de Gerardo Morales (gobernador de Jujuy), después de (Mauricio) Macri y ahora de la democracia”, agregó, sostuvo Sala el año pasado.
A pesar del reclamo del sector ultrakirchnerista, el presidente Alberto Fernández descartó la posibilidad de otorgarle un indulto a Milagro Sala y los demás presos. “Si quieren indultar a los procesados, eso es una amnistía y depende del Congreso”, señaló el mandatario en junio pasado.