Quilmes continúa protagonizando altos índices de delincuencia. Tras el asesinado del delivery de 20 años en Bernal Oeste, se sumaron dos robos durante la madrugada de este 1° de marzo.
En el primero, fue asesinado Daniel José Carrera, de 65 años de edad, quien salió en defensa de su hijo que fue sorprendido por ladrones que intentaban robarle el auto mientras llegaba a su domicilio ubicado en la calle Miguel Cané al 1900.
Luego de ver que su hijo estaba siendo atacado por cuatro delincuentes abordo de un Renault Stepaway, salió de la casa con un revólver calibre 22 y disparó. En respuesta uno de los ladrones liberó dos balas con una pistola calibre 9 milímetros, uno de ellos impactó a Carrera, quien cayó muerto en el interior de su vivienda.
Entre tanto, los asaltantes tomaron el celular de Carrera (hijo) y se dieron a la fuga sin lograr el hurto del vehículo. Según la información que trascendió por Télam, Sergio Berni, ministro de Seguridad bonaerense se reunió con los familiares de la víctima y se dirigió a la comisaría número nueve del distrito para conocer el estatus de la investigación. Asimismo, la familia de Carrera convocó una marcha este miércoles a las 19:00 en la Avenida 12 de Octubre y Miguel Cané para pedir justicia.
“En Quilmes vivimos con miedo las 24 horas”
El otro acto delictivo ocurrió a las 05:00 este miércoles en la calle Misiones de Bernal Oeste, cuando Marcelo de 34 años de edad, como cada mañana, salió en su bicicleta rumbo a su trabajo, cuando fue abordado por tres motos.
Durante una entrevista el afectado aseguró: “Entregué todo porque no quería que me mataran”. Asimismo, contó: “cuando salí de mi casa se me cruzaron dos motos y me di cuenta de que me iban a asaltar por eso le dije a los delincuentes ‘¿me vas a robar?, ‘mirá que voy a trabajar’. No terminé de decirles eso que pegaron media vuelta y me chocaron”.
En las imágenes que fueron captadas por una cámara de seguridad, se puede observar el momento en donde los motochorros lo atropella, él cae al piso y le entrega la mochila. Debido al golpe sufrió una luxación en la clavícula izquierda, afección que no pudo atender de forma inmediata.
“Llamamos a la ambulancia pero nunca vino. Por eso tuve que ir hasta el hospital donde trabajo para que me atendieran. Lamentablemente en Quilmes vivimos con miedo las 24 horas. No sabemos cuándo nos van a asaltar”, reclamó.
Marcelo es padre de dos hijos, de 12 y 13 años, es personal de mantenimiento en el hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires. Para febrero de este año se habría comprado la bicicleta que le robaron, la cual aún no ha terminado de pagar. Pese al lamentable suceso, su familia planea realizar una rifa para reponerla.