Gustavo Marcelo Quispe intentó el último viernes entrar a robar en una casa de Ciudad Evita en El Jume al 2900. Sin embargo, terminó escapando ante la aparición de la dueña y su hija. La fuga no dio resultando, quedando atrapado en un Vía Crusis que se estaba dando allí cerca.
Al ser advertidos de que era un ladrón, varios de los presentes lo amañataron y comenzaron a golpearlo hasta causarle la muerte. La autopsia arrojó una ''hemorragia intracraneana causada por politraumatismos'' que le causó un paro cardíaco.
Sin embargo, Quispe no era para nada primerizo en la delincuencia. Ya había estado preso por homicidio. ''Homicidio agravado por el uso de arma y robo calificado'' fue la carátula del caso, que lo mantuvo tras las rejas en la Unidad Penal número nueve de La Plata durante cinco años, hasta noviembre del año pasado.
Viene de familia. Su madre había estado presa también por ser parte de una toma de rehenes en 2006, alegando necesidad para alimentar a sus hijos. Dos años de carcel fueron las consecuencias de aquel acto.
Fue justamente ella, Raquel Quispe, quien tuvo que reconocer el cuerpo de Gustavo. Cabe destacar que su otro hijo, hermano mellizo de Gustavo, también había fallecido.