El pasado domingo, Deborah Olivares Farías estaba estacionando su auto en el supermercado Coto de Morón, cuando un hombre se bajó de su vehículo y comenzó a gritarle acusándola de que "le había tocado el auto".
La mujer también se bajó y cuando se acercó al supuesto damnificado, él comenzó a insultarla y, finalmente, le pegó dos patadas en las costillas y le lanzó un puñetazo a la boca por "feminazi pañuelito verde". Esto, según escribió Deborah, fue "un supuesto de este tipo, ya que no pertenezco al movimiento feminista y en términos correctos a la actualidad soy #ProVida".
Los empleados de seguridad del supermercado lograron retenerlo y el gerente le tomó los datos y lo identificó como Osvaldo Pionetti.
La víctima relató todo lo ocurrido a través de un post en su Facebook titulado "Golpeador suelto", y presentó una denuncia formal ante la Superintendencia de Políticas de Género de Morón, tal como informa Clarín.
"Me pegó dos patadas en las costillas y una trompada que gracias a Dios logré esquivar. Ya no logro recordar todos los insultos que me dijo", contó la víctima, y agregó que "también quiso atropellarnos a mí y al gerente de la sucursal cuando quiso irse al ver que habíamos llamado al 911. Finalmente la gente de seguridad lo obligó a quedarse".
Cuando llegó la Policía, "al no haber golpes 'visibles' no se lo llevó", explicó Olivares, pero aseguró que va a hacer "todo lo que sea posible y necesario para que aunque sea todos le conozcan la cara y sepan que este tipo los puede moler a golpes con sus 71 años y todo".
Después de ese post, alguien la denunció y Facebook le bloqueó la cuenta. Por eso utilizó otro perfil para agradecer a todas las mujeres que le mostraron su apoyo más allá de las diferencias ideológicas.