El 98% de los intentos de suicidio adolescente surgen de Buenos Aires

La OMS colocó a Argentina como el tercer país de Latinoamérica con la tasa de suicidios más alta.

El 98% de los intentos de suicidio adolescente surgen de Buenos Aires
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La provincia de Buenos Aires concentra el 98% de los llamados por intentos de suicidio de adolescentes de todo el país, según cifras del Hospital de Niños de La Plata, desde donde advirtieron hoy que, pese a la nueva ley que propone la prevención y atención de víctimas, continúan fallando las políticas sanitarias en su contención.

"Hace años venimos notando el aumento lento pero progresivo en el número de intentos de suicidio en adolescentes", aseguró la doctora Adriana Aguirre Céliz, jefa del Servicio de Toxicología Pediátrico provincial, que recibe llamados de todo el país a través de una línea gratuita para asesoramiento (0-800-333-1133).

Las cifras de 2015 indican que ese año 2.216 niños y niñas quisieron quitarse la vida, de los cuales el 94% utilizó psicofármacos, y que un 69% fueron mujeres y 31% varones. Del total de llamados realizados por familiares o médicos de otras instituciones, el 97% provino aquel año de la provincia de Buenos Aires.

Pero en 2017, además de aumentar el número de consultas desde partidos bonaerenses, se recibieron un promedio de seis llamados diarios por intentos de suicidio infantil.

La cifras son alarmantes y están en sintonía con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que colocan a Argentina como el tercer país de América Latina con la tasa de suicidios más alta.

"Los niños que sufren violencia tienen un mayor riesgo de padecer dolor crónico, mayor consumo de sustancias tóxicas como drogas y alcohol, depresión e intentos de suicidio", afirmó Sonia Almada, organizadora del primer Congreso de Violencias hacia la Infancia y Adolescencia, quien remarcó como causas "abandono familiar, abuso sexual y maltrato, violencia doméstica, desamparo social, violencia institucional y trastornos psiquiátricos".

La legislatura bonaerense aprobó el mes pasado la adhesión a la Ley 27.130 denominada "ley de suicidio" que busca prevenir y fomentar la capacitación profesional en la detección y atención de personas en riesgo de suicidio y asistencia a las familias de víctimas.

"Todavía no hay una autoridad de aplicación, pero hay que trabajar con el objetivo de disminuir la prevalencia del suicidio y para eso se tiene que trabajar en prevención, con un abordaje interdisciplinario", indicó la diputada Alejandra Lorden, autora del proyecto.