Opinión: Payasadas

Por Alfredo Casero para La Razón.

Opinión: Payasadas
Alfredo Casero

No es casualidad que toda esta movida mapucheta se parezca tanto a cómo los montoneros, en su momento, cooptaban pibes que les quemaban la cabeza. La madre del pibe que le tiró a la Prefectura lo dijo claramente. Estamos desprovistos de acciones de Gobierno que detengan el accionar de delirantes, como prender fuego El Bolsón o destruir el sistema de turismo. Toda chica judía tiene en su guardarropa un poncho tejido por los indios, lo único que tiene que hacer es ponerse un pa- ñuelo en la cabeza y descuidarse un poco al sol.

La poca inteligencia es no entender que no importa quién sea el dueño de la tierra, no se la pueden llevar de acá. Es inabarcable, harían falta cuatro mil millones de mapuches para ocuparla toda.

He andado mucho tiempo con mi camión por la ruta de piedra, la 40, Sierra Chata, Colonia Sepaucal, Telsen, Gan Gan, Gastre, Paso del Sapo, Gualjaina, Piedra parada.

Muchos deben recordar mi camión militar, un perro, y mi hija mayor, que tendría dieciséis años, buscando meteoritos.

En la Patagonia los indios no fueron los que pusieron a orillas del río Chubut el vergel que hoy es, ni las quintas ni la crianza de animales ni el primer molino harinero, desde, ponele, 28 de Julio hasta Rawson, toda la cuenca fértil.

Fueron portugueses, italianos y gallegos. Los galeses tampoco hicieron nada, parate en la puerta de la casa de un galés y lo único que tiene puestas son cuatro piedras.

El indio del sur siempre fue improductivo, depredador, y lamentablemente dependiente totalmente del Estado.

Es conocido por todos que hay un kapanga lleno de guita en Esquel, lleno de camionetas, que aparentemente paga toda esta movida. Pero esta movida eclipsa, totalmente, un dolor grandísimo, que tendríamos que tener por los cuarenta y cuatro tripulantes del submarino.

Submarino donde, a diferencia de lo que afirman los imbéciles de la televisión que no tienen ni idea, no se respira oxígeno, el oxígeno está en el 23% del aire respirable.

La misma minita de calzas preguntándole a un comandante de la marina pelotudeces grandes como el mismo submarino.

Eran submarinos nuevos, siempre se habla mal de todo lo que tenemos, siempre hay alguien que tiene algo para decir y va en contra de la visión patriótica del ser argentino.

Es maldad, forma parte de la imbecilidad de no dejar que nadie haga nada, que no se pueda gobernar si no somos nosotros, que somos los que robamos, que son los de nuestra banda. Penosamente asume Porota, demostrando que nuestro sistema republicano está sano, a pesar de todo. Podemos soportar todo lo que nos han hecho, todo lo que nos hacen, con la valentía de la fuerza del pueblo. Un pueblo enfermo, de mafias.

No me imagino por qué el Frente para la Victoria, y muchos otros, apoyan el movimiento indigenista, para mí, payasesco.

Es hora de ir para adelante, y seguimos escuchando a Bonafini, Maldonado y la Comisión de los Derechos Humanos de la izquierda montonera.

Pero el pueblo va a ganar, porque fuera de hacer daño, de trabar, y de coartar, no han dejado nada, lo que han tocado lo han destruido.

Así que gloria absoluta, amor y agradecimiento a las víctimas de la corrupción que yacen en el fondo del mar. Y a su perro, Comando, que se tiraba al agua y seguía hasta dónde podía el submarino.

Besos

Casero