Cien agentes de tránsito porteño se sumaron este miércoles a los 300 que junto con personal policial y de Gendarmería realizan el control en centros de trasbordo, subtes, metrobuses, principales corredores de colectivos y accesos a la ciudad de Buenos Aires para contener la circulación de personas por la pandemia de coronavirus.
En tanto, en las autopistas de la Ciudad circularon 37.000 vehículos, lo que significa un aumento del 13% con respecto al miércoles pasado y representa la mitad de la circulación de un día normal previo a la cuarentena, según un informe de la Secretaría de Transporte y Obras Públicas porteña
En ese sentido, la congestión, medida por la consultora internacional TomTom, marcó un incremento del 9% con respecto a la semana pasada y significa un 70% menos que los valores registrados en días previos al aislamiento.
El secretario de Transporte porteño, Juan José Méndez, se refirió esta mañana a la intensificación de los controles en las cabeceras de los ferrocarriles, colectivos y subtes acordada el martes en una reunión con autoridades de Transporte de Nación y del Gobierno bonaerense.
"Continúan las mismas medidas restrictivas: en el transporte público viajan trabajadores esenciales y empezamos implementar a partir de estas 48 horas un control más intensivo en conjunto con la Provincia y el Gobierno nacional", afirmó Méndez a Radio Continental.
En ese sentido, el funcionario detalló que personal de Gendarmería, Policía de la Ciudad y Federal colabora en los operativos en las 69 estaciones de trenes de la región metropolitana "para fiscalizar que todos aquellos que utilizan el transporte estén autorizados para hacerlo".
"Este control lo replicaremos en 57 cabeceras de colectivos o centros de trasbordo en el conurbano, en 12 estaciones de la Ciudad y en 17 cabeceras de subte, que son las que concentran la mayor cantidad de pasajeros", agregó el funcionario porteño.
Respecto de la reunión entre las autoridades bonaerenses, de Nación y Ciudad, Méndez aclaró que el martes acordaron que la forma la más exitosa de fiscalización "sería focalizar por la mañana en las estaciones del Gran Buenos Aires y, por la tarde, en las estaciones cabeceras de ferrocarriles de la ciudad de Buenos Aires".
De todas formas, insistió en la responsabilidad individual para cumplimentar el distanciamiento social en la vía pública. "Hacemos un llamado a la responsabilidad individual, si se tienen los permisos tenemos la responsabilidad de mantener el distanciamiento social en el viaje y si un colectivo viene lleno, hay que dejarlo pasar y tomar otro", dijo.
En caso de que alguna persona carezca del permiso para circular, Méndez explicó que "se le denega el ingreso al transporte público, se los hace bajar en otros casos y se les solicita que vuelvan a sus casas o en casos de no colaborar, se aplican multas que van de 10.000 a 80.000 pesos".