El uso obligatorio de tapabocas en el espacio público de la Ciudad de Buenos Aires y en vehículos particulares, cuando circulen dos o más personas, comenzó a regir este lunes para prevenir el contagio del nuevo coronavirus, con excepción de quienes no deban hacerlo por razones médicas.
El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, dijo en una rueda de prensa en el Centro de Trasbordo Constitución que "el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta ha tomado la decisión de que este lunes 4 de mayo sea obligatorio el uso de tapabocas en toda la Ciudad, y solamente quedan exceptuado todas las personas que por razones de salud no tengan que usarlos" .
El funcionario dijo que el Gobierno porteño tomó esa medida porque se descubrió "que dos de cada tres personas son asintomáticas".
Para quienes no respeten la medida se prevén sanciones de 500 unidades fijas ($ 10.700) a 3.700 unidades fijas ($ 79.180), y/o clausura y/o inhabilitación en caso de comercios.
Hasta ahora el uso obligatorio de dispositivos de protección que cubran la nariz, la boca y el mentón regía para las personas que permanecían dentro de locales comerciales, oficinas de atención al público y circulaban en medios de transporte.
A pesar de tomar esta decisión esta semana, el Gobierno porteño ya había recomendado el uso de tapabocas como medida de prevención en cualquier otro ámbito o lugar.
Las autoridades porteñas recordaron oportunamente que "como tapabocas sirve cualquier elemento que pueda cubrir boca, nariz y mentón, de fabricación casera con pañuelos y telas. No hace faltan ni máscaras ni barbijos".
Sobre los contagios, Santilli expresó que "la curva se está comportando erráticamente; tuvimos cinco días de crecimiento, después tres días de volver al valle".
"La curva por momento sube y otros no, hay más casos pero siempre está debajo de la curva que no satura, ni genera problemas en el sistema de salud, tanto público como privado", agregó.
El secretario de Transporte y Obras Públicas porteño, Juan José Méndez, precisó que "en las últimas semanas hubo un crecimiento sostenido pero más bajo que los habituales" al referirse a la circulación de vehículos y a las personas que ingresan a la Capital Federal
"En el caso del subte está en el cuatro o cinco por ciento de lo que transporta habitualmente, en los colectivos se mantiene en el 24%, y solo creció algo más el uso de automóviles particulares para evitar aglomeraciones o el transporte público", señaló.