Jubilados, pensionados y beneficiarios de planes sociales formaron largas filas ante los bancos que volvieron a abrir este viernes para permitir el pago de haberes y subsidios de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), donde en muchos casos no se respetaba el distanciamiento social dispuesto como medida preventiva frente a la pandemia de coronavirus.
Para evitar la aglomeración y las largas filas frente a los bancos, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) dispuso que este fin de semana, el sábado y el domingo, en su horario habitual, las entidades financieras deberán abrir sus puertas para la atención de clientes que sean beneficiarios de haberes previsionales y pensiones integrantes del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), y no cuenten con tarjeta de débito para el cobro.
A pesar de las recomendaciones, en la Ciudad y el conurbano bonaerense las filas comenzaron a formarse en algunos casos durante la madrugada e incluso hubo zonas donde las personas arribaron a las entidades por la noche.
Por su parte, más de 11,3 millones de personas se preinscribieron en el registro para cobrar los $10.000 del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), dispuesto por el Gobierno para paliar el impacto económico derivado de la pandemia de coronavirus, en base a los últimos datos informados por la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
En base a datos preliminares, la región del AMBA concentra la mayor cantidad de beneficiarios que cobrarán el IFE por ser titulares de la AUH y AUE, con el 38% del total a nivel país.
El IFE se otorgará también a personas desempleadas o que trabajen de manera informal, a monotributistas de las categorías A y B, y a trabajadoras de casas particulares en general.
Podrán acceder al IFE los argentinos nativos o naturalizados, con una residencia legal en el país no inferior a dos años, y con una edad de entre 18 y 65 años.