Fabricio Álvarez Albarracín fue condenado a 50 años de prisión y su sentencia fue confirmada por la Cámara de Apelaciones, luego de encontrarlo culpable por la violación de ocho mujeres en distintos barrios de la Capital Federal. A pesar de ello, pide que le bajen la pena por "cruel e inhumana".
El argumento que usó la defensa oficial del condenado para justificar el recurso extraordinario es que darle 50 años es lo mismo que sentenciarlo a la pena de muerte, ya que saldría recién a los 70.
Por su parte, la defensora legal de las jóvenes abusadas sexualmente, manifestó a los medios que ellas fueron quienes "padecieron una verdadera cacería humana. Un trato inhumano y degradante por parte de este sujeto que tenía condenas anteriores y que gozaba de la libertad condicional".
El pedido de Albarracín, fue presentado esta vez por sus abogados para que lo trate la Corte Suprema.