El Plan Calor lanzado por el gobierno provincial para beneficiar a los vecinos que no poseen conexión de gas domiciliario o dinero para costearse las garrafas solo favorece a aquellos que se inscribieron en las juntas vecinales. Esta "obligación" para poder ser beneficiario es un recurso básico dejó a más uno con las manos vacías.
Las cuponeras son administradas por los presidentes barriales, cada una cuenta con 20 cupones que permitirán la recarga de la garrafa sin necesidad de filas o esperas, pero únicamente para los inscriptos. Las familias que no pudieron retirar el gas envasado, todavía están a tiempo de inscribirse en el Centro Administrativo de Onellli y Yatasto. Otra opción es la garrafa social que se encuentra subsidiada y su valor ronda los 330 pesos, sin embargo, los almacenes la venden a $480.
El Plan Calor tiene por objetivo apuntar a las familias más necesitadas de Bariloche. Parajes como en Pampa de Huenuleo donde la red de gas no llega. El gobierno rionegrino tiene previsto repartir este año 158.470 garrafas en la zona andina y la región sur, de ese total, 90.000 son para la ciudad.
La subsecretaria de Energía Eléctrica de la provincia, Andrea Confini dijo que este año aplican "una logística distinta con el fin de facilitarle el acceso a las garrafas a nuestros vecinos. Ya les entregamos los cupones que deberán presentar al momento de ir a pedir el reemplazo de la garrafa con el fin de agilizar el mecanismo y que no deban hacer dos colas al momento de acercarse a los puntos de entrega".
"Ante las condiciones de frío, tratamos de acotar los tiempos de espera para recibir el beneficio de la provincia", indicó Confini. La bombona vacía es indispensable para llevarse una nueva. De acuerdo con algunos vecinos, las de 10 kilos "si se usan solo para cocinar aguantan una semana".
Otra de las quejas es que junto al uso de leña, los costos para la calefacción se elevan. Además, si la vivienda no se encuentra conectada a los medidores comunitarios financiados por la Municipalidad, la electricidad se vuelve un servicio "imposible de pagar". Según publicó Río Negro.