La Biblioteca Rivadavia cumplirá 140 años. Por el paso del tiempo fue perdiendo asociados y movimiento, y eso repercute en su economía.
La pandemia agudizó la crisis financiera, ya que tampoco pudo alquilar su auditorio. Este combo repercute a la hora de afrontar los gastos diarios, y fundamentalmente, el relacionado a los 11 empleados que posee la entidad cultural.
Otro problema grave para la Rivadavia es que el edificio Bunge y Born ubicado frente a la Biblioteca, dejará de ser alquilado por la UNS y actualmente significan el 30% de los ingresos.
Por ese motivo, sus autoridades con Jaime Linares a la cabeza, están en alerta y mantuvieron una reunión con el intendente Héctor Gay, para evaluar el rumbo a seguir.
El artículo 8 de su estatuto establece que “si la asociación llegare a disolverse, todos los bienes de la misma pasarán a poder de la Municipalidad de Bahía Blanca. La comuna va a aportar para que eso no suceda y porque tiene interés en el desarrollo de la entidad.
“Hoy tenemos 1.500 socios de los cuales pagan 1.100, cuando en el ´85 eran 7.000. Estamos complicados y se va generando deuda a futuro”, afirmó Linares.
Hoy la Biblioteca apenas abre 7 horas al día. “Es ideal un reciclaje del inmueble, para modernizarlo, tecnificarlo y poder sumarle actividades. El objetivo es un centro cultural público-privado, “pero para eso se necesita mucha plata”, agregó.