El esfuerzo tiene premio. Hace tres años, un grupo de jóvenes tandilenses arrancó un proyecto en la Escuela De Educación Secundaria Tecnica 2 "Felipe Senillosa" para desarrollar un fertilizante ecológico. Ahora que ya están egresados, Agustín Molina, Lucas Celse, Tomás Armendáriz e Ignacio Gilabert hicieron su sueño realidad y la semana pasada entregaron un camión de fertilizante ecológico para ser usado en un campo de Las Flores.
El proyecto nació bajo el nombre de Biocuno y se trata de un fertilizante natural basado en el fermento de bosta y orín de vacas, y es natural y ecológico porque no recurren a elementos derivados del petróleo que dañan el planeta para su creación. El camión que partió de Tandil la semana pasada para Las Flores será usado en un campo de 20 hectáreas destinado al pastoreo.
"La posibilidad de este envío surgió por medio de un compañero, Franco Molina, que le comentó a su papá del emprendimiento ecológico el año pasado", contó Ignacio Gilabert al diario El Eco de Tandil. En agosto del 2019, el productor los llamó para pedirles 7.000 litros de Biocuno, un enorme desafío ya que nunca habían desarrollada una cantidad tan grande.
Con el apoyo económico de la familia, de amigos y del propio productor que cubrió parte de los costos, los jóvenes tandilenses lograron cumplir con el ambicioso pedido después de varios meses de trabajo.
"Esto nos va a generar esa información y ayuda mucho, por eso las expectativas son seguir analizando el fertilizante, su efectividad y funcionamiento, tomar nota, ir trabajando en conjunto con Francisco", aseguró Gilabert.
Sobre el producto ecológico, los creadores aseguran orgullosos: "Se nota la mejora en la floración y vegetación, cantidad, tamaño. Es una sustancia muy rica en minerales y nutrientes, y lo importante es que las materias primas son orgánicas".