Se sabe de antemano que los periodistas entablamos una relación muy particular con los entrevistados, con los familiares cercanos, con el entorno, que muchas veces va más allá de lo imaginado, y muchas veces se transforma en algo muy curioso porque quizás nunca conozcamos a dicho entrevistado o solo lo veamos una vez.
En lo deportivo, sucede lo mismo, por eso a Julián Taborda periodista deportivo, solo le alcanzó con verlo una vez para tener esa conexión diferente, “que decir que no se haya dicho de Diego, ahora más tranquilo y con los hechos un poquito más asumidos recordar a Maradona inevitablemente te devuelve una sonrisa; para nosotros los futboleros fue demasiado, para nosotros los argentinos fue el súper héroe que todos queríamos tener, para el mundo fuente de inspiración y abanderado de los “sin jeta”.
Su frase deja en claro su sentimiento por el 10, “a Diego lo conozco desde que tengo 6 años, los primeros recuerdos inevitablemente me llevan a aquel verano italiano como a todos los de mi edad, yo estaba en primer grado, turno tarde, escuela José María Paz, por la radio escuchamos los primeros partidos del Mundial ’90 y Diego me presento no solo al futbol si no a otra gran pasión como la radio, no entendía mucho del tema, va, de ninguno de los dos; pero me impactaron en el acto”.
Comenta Julián “el partido con Brasil, ese mediodía que los remates de los brasileños contra los palos se escuchaban hasta en mi casa, lo vi en mi pequeño silloncito, creo que me lo compraron para que dejara a los demás ver el partido tranquilos y allí me senté entre la mesa y el televisor para disfrutar de la apilada de Diego (“te robaron la cartera Dunga”) y el gol de Caniggia”.
“Después paso Yugoslavia, y la cosa se puso fea por que había que ir contra el local, Italia. ¿Dije local? No, para nada si se jugó en Nápoles, (ahí se comprobó; les dio más que San Genaro a los del Napoli) y tu gente no te dio la espalda, los de azul fueron visitantes. Y fuimos a la final, obvio que no me olvido del “Goyco” que ya te venía dando una mano, es que se puso complicada la cosa en estos partidos”.
“Y llego la final, ante la flamante Alemania, en el Norte de la Italia Rica, y paraste la bronca enseguida, mientras se cantaba el himno, y nos estafo Codesal, Havelange, Grondona y todos los viejos gordos de la FIFA; pero a la gilada ni cabida…ahí antedí que al futbol se pude perder, que el segundo puesto tiene valor; me animaría a decir que tuve una pequeña dimensión cuando te vi llorar, pero insisto, no entendía mucho del tema; de que se trata el dolor del alma; y me fui a la plaza a festejar mientras en casa mi padre, mi padrino, mi primo se quedaban insultando al “cuervo” que nos despojó de la gloria. Porque también tenías la capacidad de unir a las familias, y si, sos unánime “FIERA”.
Agrega el periodista deportivo “la década infame para nuestro país también lo fue para vos, los poderosos de turno una vez más te usaron y te entregaron, vino lo del doping, la suspensión y que se yo que más; pero estaba seguro de que no te iban a ganar. Nos sorprendiste a todos con lo de Newell’s y ahí sí, otra vez los fuiste a rescatar en el repechaje ante Australia; próxima estación USA 94″.
“El mejor equipo de futbol que vi en mi vida, el debut contra Grecia mira la casualidad me sorprendió en la escuela otra vez, en quinto, mi vieja no me dejo faltar para ver el partido, pero para que te voy a contar la alegría que sentí cuando la “Seño Tili” nos dijo que podíamos ver el partido, eso sí, ahora por televisión, demás esta agregar lo que gritamos tu ultimo gol en los mundiales. Vino Nigeria, vino la enfermera, la traición, la desolación… nos cortaron las piernas loco…la verdad que desde entonces para mí la selección y los mundiales no son lo mismo que querés que te diga”.
“Pero cuando todo estaba liquidado me entere que venias a Racing!, yo no lo podía creer, debo haber sentido lo mismo que los napolitanos, ahora el mejor del mundo es nuestro, claro fuiste como técnico, venias de Mandiyú, pero la idea era cuando termina la “censura”, que increíble que alguien pudriera decidir que vos no jugaras al futbol, pero bueno, si al mundo le falta un tornillo, lo dijo Dicepolín; te pusieras la “10” de mi “Academia”. “Dijiste si pierde Distéfano me voy” sabiendo que eso iba a pasar, pero vos sos leal, no como los otros, después de un corto pero intenso lapso dejaste Racing”.
Taborda lo tuvo frente a él, “y un día te encontré, entraste con un montón de gente al programa de Futbol de Primera, Boca le gano a River 4 a1 en La Bombonera esa tarde. Vos pegaste un penal en el palo ese día, sabíamos que íbamos al programa, pero el invitado para nosotros era Caniggia (pavada de invitado) aunque a mi, Hernán Vitton y mi viejo me comentaron que existía una leve posibilidad de lo que paso. Yo te conocí gracias a Juan Horacio Taborda y Hernán Vitton, mira lo que son las cosas, a ese viaje fui de invitado y mira donde termine. Mi papa no pudo quedarse en el estudio cundo llegaste porque no dejaban estar a tanta gente, si a los famosos que desfilaban a besarte, saludarte, y lo demás, así que entre el y yo, el tipo me dejo a mí, mi viejo, futbolero de la vida, ya estoy llorando…”.
“Apareció Diego, yo no sabía qué hacer, te pusiste a hablar con los conductores del programa, Macaya y Araujo, no entienden nada esos jajaja, en un momento giraste, nos viste y volviste a la charlar por una milésima de segundos…” ah no, hay chicos”, dijiste empezándote a acercar, la caminata más lenta que vi en mi vida. Saludaste a dos, entonces yo que estaba más arriba como en una especie de tribuna me tire o caminé, no sé , creo que pise a varios y a un par los eliminé de un codazo y me quede al frente tuyo…“maestro” me dijiste y me diste la de “D10S”; si la del gol, créeme que el infinito me quedo corto, creo que después siguió el programa, vieron el partido me acuerdo que a tu representante de ese momento lo sacaron de atrás de unos decorados y les dijo que buscaba algo para que comieras jajaj, y que se yo después te fuiste del piso, la verdad que yo todavía estoy al frente tuyo”.
“Después de esto siguió la vida, pero ya no era lo mismo, pasaron cosas buenas y malas hasta el 25 de noviembre del 2020 (vos no te ibas a morir el 24 de Noviembre, el día de mi cumpleaños, vos no me ibas a hacer eso), el día que pasará a la eternidad de los tiempos porque decidiste parar un ratito nomas. Me sorprendió en mi trabajo, haciendo el noticiero y hasta sabiendo y negando los hechos no quería decir lo que en realidad no paso, lo dije de manera simbólica y hasta algunos me dijeron que se entraron por mí”.
“Ah!…un día te vi jugar también, pero esa es otra historia, GRACIAS POR TODO DIEGO, vaya en paz “maestro” … la pelota no se mancha”.