Felipe nació en 1921 y se convirtió en Príncipe de Grecia y Dinamarca, gracias a su ascendencia patrilineal de Jorge I de Grecia y Christian IX de Dinamarca, y estaba en línea de ambos tronos al nacer. En 1947 renunció a estos títulos ante su futuro papel como esposo de la Reina del Reino Unido y, en la víspera de la boda con la princesa Isabel, recibió el preciado título de “Duque de Edimburgo” de manos de su futuro suegro, Jorge VI.
//MIrá también: El príncipe Felipe diseñó el coche fúnebre que lo trasladó
También recibió los títulos subsidiarios de conde de Merioneth y barón de Greenwich, que no serán tan recordados, explica Harry Mount, especialista en asuntos de realeza, en The Telegraph.
Felipe hizo brillar el título de Duque de Edimburgo durante 74 años, mucho más que cualquiera de los anteriores poseedores. En 1956 fundó el Premio del Duque de Edimburgo, el principal galardón para jóvenes del mundo.
De hecho, en 1952 cuando la Isabel se convirtió en Reina y comenzaron a plantearse cómo debía llamarse la nueva casa real, trascendió que Felipe quería que el nombre fuera Casa de Edimburgo y fue Winston Churchill quien insistió en que se mantuviera el nombre de Windsor.
//Mirá también: La reina Isabel II siente “un gran vacío en su vida” por la muerte del príncipe Felipe
Ante esto, Felipe ofuscado declaró: “No soy más que una maldita ameba. Soy el único hombre del país al que no se le permite dar su nombre a sus propios hijos”.
En 1960, la Reina declaró que Mountbatten-Windsor sería el apellido de sus descendientes por línea masculina, que no son príncipes, princesas o Altezas Reales. Dado que Mountbatten fue adoptado por su línea de sangre materna, el Príncipe Felipe tuvo entonces algún efecto sobre el apellido real.
Luego de la muerte de Felipe, quien lo hereda automáticamente es el Príncipe Carlos, por ser su hijo mayor. Pero no lo llevará para siempre ya que el título de Duque de Edimburgo sigue una inusual línea de sucesión.
Cuando un nuevo monarca llega al trono sus títulos preexistentes dejan de existir, pero es libre de hacer una nueva “creación” de esos títulos, ejemplo: el “Duque de Edimburgo” tuvo tres creaciones desde que se otorgó por primera vez en 1726.
Todo esto significa que el título de Duque de Edimburgo será de nueva creación para el Príncipe Eduardo cuando se fusione en la Corona, es decir, cuando Carlos se convierta en rey.
Antes de que el Príncipe Eduardo se casara con Sophie Rhys-Jones en 1999, fue nombrado Conde de Wessex, y también se anunció que se convertiría en Duque de Edimburgo por la cercanía con su padre y por su papel fundamental como presidente del comité en el Premio Internacional del Duque de Edimburgo.
El Ducado de Edimburgo, título nobiliario de la realeza británica, solo ha tenido cuatro nombramientos desde que fue instaurado en 1726, y el último en tenerlo ha sido Felipe, consorte de Isabel II.
Ahora, luego de su fallecimiento, la familia real ya tendría elegido el sucesor, aunque necesitará de la aprobación de la reina: el príncipe Eduardo, conde de Wessex, es el primero de la lista pero la sucesión no es lineal e incluso algunos predicen que puede desaparecer.
Desde la última hospitalización de Felipe, en febrero pasado, comenzó a circular una preocupación más allá de su estado de salud: su título nobiliario. El ducado fue creado en 1726 por el rey Jorge I, y al no ser hereditario, solamente el monarca puede concederlo, por lo que la “lucha” por el ducado solo puede ser resuelta por Isabel II.
El príncipe Felipe recibió el título de manos de su suegro, Jorge VI, antes de su boda y es el primer hombre que lo lleva por matrimonio con un Windsor. Por tradición, los hijos varones del soberano reciben un ducado el día de su boda.
El heredero al trono, Carlos, además de ser príncipe de Gales, recibió el ducado de Conrnualles el día en que se casó con Lady Di. Por su parte, el príncipe Andrés ostenta el título del ducado de York, tras su matrimonio con Sarah Ferguson. Sin embargo, cuando el príncipe Eduardo, el menor de los cuatro hijos de Isabel y Felipe, se casó, no recibió ningún ducado. De hecho, el día de su boda fue nombrado conde de Wessex, un título por debajo del de duque y el de príncipe.
Las razones de por qué no se le brindó un título de duque, cuando hasta los nietos de la reina los ostentan (Harry, duque de Sussex, y William, duque de Cambridge), continúan siendo un misterio. Sin embargo, eso lo transforma en uno de los candidatos a recibir el ducado de Edimburgo.
Pero podría suceder que el príncipe Carlos herede el título de duque de Edimburgo y, si es rey en ese momento, el título se fusionará con la corona. Hasta hay rumores de que tras la asunción de Carlos o su hijo Guillermo, harán una reducción del núcleo familiar real y, si no le otorga a su hermano Eduardo el título, el ducado de Edimburgo estaría condenado a desaparecer.
Hasta la actualidad, estos recibieron el título de duque de Edimburgo:
- Federico, príncipe de Gales (1726-1751). Nieto primogénito del rey Jorge I de Gran Bretaña.
- Jorge, príncipe de Gales (1751-1760). Hijo del anterior duque de Edimburgo, Federico.
- Alfredo de Sajonia-Coburgo-Gotha (1866-1900). Segundo hijo de la reina Victoria del Reino Unido.
- Felipe Mountbatten (1947-2021). Casado con la reina Isabel II del Reino Unido.