Desde que entró en vigencia el decreto con la prohibición del ingreso de vuelos regulares desde México, Brasil o Chile hacia la Argentina por el aumento de los casos de coronavirus, 5581 argentinos salieron del país, según la Dirección Nacional de Migraciones. De ese total, 2367 lo hicieron por turismo; el resto se fue por motivos laborales o de estudio, entre otros.
De los que arribaron, 29 estaban contagiados de Covid-19. Esos pasajeros ya se encuentran aislados y sus muestras fueron enviadas al Instituto ANLIS Malbrán para que le realicen la secuenciación genómica para detectar la cepa de coronavirus que pudieron haber contraído fuera del país.
Los argentinos que salieron del país por turismo tuvieron que firmar un documento en el cual desligan al Estado de la responsabilidad de repatriarlos en caso de que no pudieran volver por sus propios medios a causa de las restricciones que puedan surgir por la pandemia.
El país más elegido, con 130 personas, fue México, seguido por Estados Unidos, a donde viajaron 120 turistas. Pero, luego del sábado, el número de argentinos que salió del país hacia México descendió fuertemente por las restricciones. Estados Unidos se mantuvo con un flujo superior a los 100 diarios y alcanzó hace unos días un pico de 356 pasajeros.
Según el Ministerio de Transporte de la Nación, los argentinos que estén en México, Brasil o Chile deberán hablar con las aerolíneas para buscar una manera de regresar ya que los vuelos regulares fueron suspendidos.
Desde la Jefatura de Gabinete de la Nación, informaron que, si bien los vuelos desde los países mencionados están suspendidos, es posible viajar a otro país y desde ahí volver a la Argentina.
Lara Marinangeli, de 27 años, y su pareja, Enrique Cabral, de 35 llegaron el 20 de marzo a Playa del Carmen y ahora su vuelta está programada para el 1° de mayo cuando tenían el pasaje de vuelta por Copa Airlines el 3 de abril. Él es albañil y ella trabaja en un comercio, por lo que, en términos económicos, se les hará muy difícil, según declararon a diario “La Nación”, afrontar los gastos de vivir en el exterior durante tanto tiempo.
“Nos organizamos con el hotel, les comentamos la situación y nos van a mantener el precio. Les pedimos de ir renovando cada cinco días. También nos estamos cuidando con las comidas, ya no recorremos, no hacemos excursiones, nosotros estamos en plan de varados porque no sabemos cuándo vamos a regresar”, describe Marinangeli.
Por su parte, Cabral, su pareja y compañero en este viaje, asegura que la incertidumbre es constante porque nada les asegura que puedan regresar ni siquiera en mayo. “Nos dicen que llamemos todos los días a ver si nos pueden meter en algún vuelo. Nuestro pasaje era con escala en Panamá y en un momento estaba permitido volver vía Panamá, pero ahora ya no. Nosotros llegamos mucho antes de que saliera el decreto y ahora no nos permiten regresar”.