El empresario Lázaro Báez estará un año y medio más en arresto domiciliario y, durante ese lapso, no volverá a la cárcel de Ezeiza, pese a la condena a 12 años de prisión en “la Ruta del Dinero K”. Pero podría quedar detenido de por vida.
Mientras que dure el proceso de apelación, continuará con prisión domiciliaria con la tobillera electrónica en una casa ubicada en un barrio cerrado del conurbano bonaerense.
Esta situación se debe a que el fiscal del juicio, Abel Córdoba, aceptó la modalidad del arresto domiciliario luego de que Báez pasara cuatro años de prisión preventiva dispuesta primero por el juez federal Sebastián Casanello y mantenida luego por el Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4).
La defensa de Báez, patrocinada por Elizabeth Gasaro, apelará la condena a la Cámara Federal de Casación Penal diez días hábiles después del 26 de abril próximo, cuando se conozcan los fundamentos de la condena del TOF 4.
Se estima que ese tribunal penal tarda “entre un año y un año y medio” en revisar condenas por casos complejos como estos, estimó un abogado penalista que litiga en esa instancia en diálogo con Clarín.
Si Casación confirma la condena, Báez podrá ir con un recurso extraordinario a la Corte Suprema de Justicia. Es que la vigencia de seis nuevos artículos del Código Procesal Penal le permitirá reclamar que su condena no está firme en el caso de que Casación la confirme.
Incluso, podrá ir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, interpretando que es otra instancia de revisión por encima de la Corte, lo que retrasaría la definición de condena firme.
Pero otro letrado de Comodoro Py deslizó que “lo más probable es que Báez termine su vida detenido por la acumulación de condenas que sufrirá”.
Cabe destacar que el empresario enfrenta otras seis causas por lavado de dinero, evasión impositiva y facturas truchas. En el caso de que fuera condenado en algunas de ellas, se le acumularían las penas a estos doce años. De todas maneras, cuando llegue a los 70 años podrá solicitar el beneficio del arresto domiciliario.