Roberto Lavagna y Florencio Randazzo están tendiendo puentes hacia Córdoba, Mendoza y Santa Fe para buscar socios políticos en busca de romper con la polarización, mientras que ambos analizan, de cara a las próximas elecciones, la idea de llevar al exministro de Transporte de Cristina Kirchner como candidato a diputado nacional por Consenso Federal en la Provincia de Buenos Aires.
//Mirá también: El Gobierno formalizó la convocatoria a elecciones, pero con las fechas pactadas inicialmente
Sobre este punto, desde la sociedad Lavagna-Randazzo advirtieron: “Sin necesariamente tener un espacio político común desde el punto de vista legal y partidario, en estas elecciones tenemos que ponernos en sintonía quienes compartimos un punto en común: no somos ni vamos a ser del Frente de Todos ni de Juntos por el Cambio”.
Sin embargo, Lavagna y Randazzo son conscientes de que su planificación arranca con antecedentes desalentadores, como las frustradas “terceras vías” que alguna vez impulsaron el Frente Renovador y el Peronismo Federal.
El 5 de abril pasado Lavagna recibió en su chacra de Cañuelas, en el cordón campero del Gran Buenos Aires, a Randazzo. “Sería un buen candidato a diputado nacional”, sostienen en el lavagnismo. Sin hacer pública alguna definición al respecto, hubo coincidencia entre ambos respecto a un programa político. Parte del equipo de Lavagna, con el diputado nacional Alejandro “Topo” Rodríguez a la cabeza, ya empezó a trabajar junto a la gente de Randazzo, como el también diputado, Enrique “Bali” Bucca.
Rodríguez y Bucca, precisamente, vienen construyendo un vínculo político con los cuatro diputados nacionales peronistas que responden al gobernador Schiaretti. “La conversación con los diputados de Schiaretti fue mejorando, a punto que Randazzo y Lavagna pueden estar próximamente en Córdoba compartiendo actividades con el gobernador”, dijeron a este diario desde el lavagnismo.
Los socios bonaerenses dicen contar con una incipiente pata mendocina. Aluden al dirigente rural Carlos Iannizzotto, quien está evaluando jugar en el terreno político con una candidatura. “Nos estamos lanzando a la política de las ideas, de la construcción de un ámbito que no esté en el péndulo de la polarización argentina, un ámbito a favor de la producción y el empleo”, le dijo el titular de Coninagro a Los Andes, después de reunirse con Lavagna en marzo pasado. El vínculo sigue.
Otra veta, dicen, se abre en Santa Fe. El socialismo -con parte del radicalismo reacio al PRO- apoyó a Lavagna en las presidenciales de 2019, cuando la fórmula entre el exministro de Economía de Néstor Kirchner, junto al peronista salteño Juan Manuel Urtubey, obtuvo unos magros 6 puntos.
“Tiene que haber una nueva coalición después del fracaso de las dos coaliciones que vienen gobernando”, dicen en el entorno de Lavagna.
Las legislativas de este año podrían marcar el debut de un nuevo intento político por terciar en la disputa entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. “Nuestro planteo es tener una presencia razonable en los cinco distritos (Buenos Aires, CABA, Córdoba, Mendoza y Santa Fe) que reúnen el 66 por ciento del electorado y sacar un umbral de votos que permita plantear una opción para 2023”, comentó Rodríguez a Vía País.
“Vamos a intentar plantear algunos ejes en común para el futuro de la Argentina. Para ensayar eso en 2023, sin ser por ahora una fuerza orgánica, tenemos que jugar en el 2021, con ideas que expresen a una Argentina con una agenda productiva y de la creación de trabajo en el sector privado”, dijo Rodríguez, quien supo ser ministro de Asuntos Agrarios en la segunda gobernación de Daniel Scioli.
Los antecedentes no favorecen a Lavagna y Randazzo
Las construcciones de terceras vías al peronismo/kirchnerimo y a Juntos por el Cambio no resultaron en la última década. Sergio Massa y el Frente Renovador aspiraron a convertirse en una tercera vía. “La gran avenida del centro”, decía Massa, por entonces aliado de Lavagna. Tras una fulgurante irrupción en las legislativas de 2013 en las que derrotó al oficialismo kirchnerista en la provincia de Buenos Aires, el FR no pudo avanzar mucho más terreno, aún con las alianzas con grupos peronistas como fue la fórmula presidencial de 2015 Massa-de la Sota, relegada a un cómodo tercer puesto. Massa, anticipándose a la debacle del gobierno de Cambiemos, se incorporó en 2019 al Frente de Todos. Optó por encarnar el “ala moderada” dentro de la coalición oficialista, a estancarse como una tercera opción nacional sin expectativas de poder.
//Mirá también: Elecciones 2021: ya se puede consultar el padrón electoral provisorio
El actual auditor general de la Nación, Miguel Angel Pichetto, también experimentó otro intento fracasado por construir una tercera alternativa. Abandonado en enero de 2019 por los gobernadores peronistas y con Massa ya en negociaciones con el kirchnerismo, Pichetto abandonó la construcción del “Peronismo Federal” (con Urtubey y Schiaretti de socios). Terminó plegándose a Juntos por el Cambio, el otro polo de la disputa.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.