Terminaba el cumpleaños de Alberto Fernández, con casi ningún invitado en la Quinta de Olivos. Su pareja y primera dama, Fabiola Yáñez, le regaló una corbata Salvatore Ferragamo. Al mediodía, almorzó con su hijo Estanislao. Durante la tarde tocó la guitarra. Solo, según reconstruyó Clarín.
La vicepresidenta, Cristina Fernández, lo llamó para saludarlo, al igual que otros dirigentes. Ese día, también trabajó con su mano derecha y custodio administrativo y político, el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello.
Pasadas las 20 horas, se tomó la fiebre. 37,3. Le dolía la cabeza. Llamó a su médico personal, Ignacio Saavedra. Le ordenó hacerse un test de antígenos de Covid-19 para descartar la hipótesis. El control es similar a los PCR que se realizan tomando muestras de la nariz. Las pruebas físicas se inundan en un químico que en 15 minutos muestra el resultado. Positivo.
De inmediato, empezó el operativo para cuidar del virus al jefe de Estado, que fue vacunado con las dos dosis de la vacuna Sputnik V. “La puta que lo parió. No puedo creerlo, con lo que me cuido...”, fue su primera reacción.
Vitobello llamó a los funcionarios que estuvieron con Fernández en las últimas 48 horas para aislarse. A las 22.45 horas, el secretario General de la Presidencia también llamó a la Jefatura porteña para avisar que se suspendía la reunión de la mañana siguiente que Fernández iba a tener con Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli.
“Es por un tema personal”, explicó, breve. “¿Le pasó algo?”, se preocuparon sus interlocutores. “Nada grave”. Al rato, el propio Fernández difundió por su cuenta de Twitter que había dado positivo de Covid-19 en un test de antígenos. El Gobierno entró en shock pero el Presidente explicó a sus funcionarios que se sentía bien. Pasado el susto y la bronca, Fernández esperó el test de su pareja Yañez y se alivió por el resultado negativo.
Un día después, durante la tarde del sábado, habló con los medios, y aseguró que se encontraba bien de salud. Remarcó la importancia de vacunarse.
Por el momento, los funcionarios aislados son el vocero presidencial, Juan Pablo Biondi; el secretario general Vitobello; el canciller Felipe Solá; el secretario de Malvinas Argentinas del Ministerio del Exterior, Daniel Filmus; y el hijo de la vice, Máximo Kirchner, jefe de bloque de los Diputados K.
Biondi dio negativo de Covid-19 en un primer PCR donde se evaluó su salud pero debe seguir su confinamiento. Zabaleta se aisló y esperará unos días para analizar cómo evoluciona. Ni Filmus ni Solá dieron positivo de coronavirus, al menos hasta ahora.
En rigor, habría alguna pista de cómo pudo contraer Covid-19 el Presidente. Aunque es solo una posibilidad y él sigue indagando cómo pudo contagiarse. Clarín pudo saber que hace 10 días se aisló de la mitad del personal que trabaja manteniendo labores de servicio de la Quinta de Olivos.
La pareja de una trabajadora de la cocina de la residencia se había contagiado el virus. ¿Fue en su propia casa temporal de jefe de Estafo donde Fernández contrajo la enfermedad? “No lo sé, no lo sé”, sigue sorprendido el Presidente.
Por su parte, Cristina Fernández, quien lo había llamado por teléfono al Presidente para saludarlo por su cumpleaños, volvió a comunicarse con él cuando supo que se había enfermado y en la mañana del sábado para saber cómo se sentía.
