La vacuna AstraZeneca, producida por el laboratorio sueco-británico junto a la Universidad de Oxford, sigue sumando críticas negativas en medio de las dudas sobre su aplicación, principalmente en Europa. En este sentido, contrastan los anuncios de la Organización Mundial de la Salud, que sostiene que “no hay razón para no utilizar” esta vacuna, mientras que la Agencia Europea de Medicamentos ahora señaló que las alergias graves se añaden a posibles efectos secundarios de la dosis.
Los anuncios son confusos entre los dos organismos, pero ya son ocho los países que suspendieron su aplicación. En detalle, Italia, Noruega, Dinamarca, Islandia, Estonia, Lituania, Letonia y Luxemburgo ya optaron por interrumpir las aplicaciones, mientras que España aplazó la decisión de administrarlo a mayores de 55 años.
Si bien Italia y España suspendieron la aplicación de la AstraZeneca, por lo menos por el transcurso de 15 días, por razones que “todavía se están investigando, ya que no hay evidencia de relación causal entre la aplicación y las contraindicaciones”, hay otros países, como Dinamarca, que sin ningún tapujo señalaron que habían registrado “graves casos de trombosis” en personas que la habían recibido.
Según el diario “Financial Times”, Islandia también sería uno de los países que se unió a estas medidas y, según agregó la agencia “EFE”, otros países como Estonia, Lituania, Letonia y Luxemburgo también optaron por medidas similares en otros lotes de AstraZeneca.
El centro neerlandés Lareb, que registra los efectos secundarios de las vacunas, recibió este jueves un informe sobre una sospecha de trombosis después de una inyección con una vacuna contra la covid-19 de AstraZeneca, aunque subrayó que no se trató de un incidente grave, ni requirió de hospitalización.