Una de las historias que generó todo tipo de reacciones por su representación en la serie “The Crown” fue la de Alicia de Battenberg, la madre de Felipe de Edimburgo.
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Para sorpresa de muchos, la suegra de la reina Isabel II vivió en las calles de Grecia sin ninguna clase de lujo y sin ser reconocida.
Según varios medios han retratado, la madre del duque de Edimburgo usaba hábito, trabajaba como voluntaria de la Cruz Roja y dedicó sus últimos años de vida para alimentar a las personas sin hogar y acompañar a los enfermos.
Alicia era bisnieta de la reina Victoria, esposa de uno de los hermanos del rey Constantino I de Grecia y madre del príncipe Felipe. Tenía sordera congénita y sus padres llegaron a pensar que tenía algún tipo de retraso por su lentitud a la hora de aprender con respecto a sus hermanos. Tuvo que aprender a leer los labios en inglés, alemán, francés y griego.
Sin embargo, tras ser exiliada de Grecia junto a su esposo y a sus cinco hijos, fue diagnosticada como esquizofrénica y alejada a la fuerza de sus hijos.
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El tratamiento de la madre de Felipe con Sigmund Freud
Tras los comportamientos de Alicia, ella fue atendida por el mismo Sigmund Freud, quien recomendó un tratamiento bastante agresivo.
A la madre del príncipe Felipe se le aplicaron electrochoques y dosis de rayos X en los ovarios para eliminar su libido, ya que ella aseguraba ver a Dios y tener relaciones sexuales con él y con otros santos o figuras religiosas.
Usando el dinero que le mandaban sus hermanos y vendiendo sus joyas, la progenitora del duque de Edimburgo se dedicó a ayudar a los más necesitados e incluso escondió a una familia judía durante el Holocausto.
Cuando su salud comenzó a complicarse, la reina Isabel y el príncipe Felipe la invitaron a vivir con ellos a Buckingham, tal como se vio en la serie The Crown.