La aprobación de la legalización del aborto caló hondo en las comunidades de “los pañuelos celestes” y ahora, en un duro texto hacia los políticos y el propio presidente, el pastor Rubén Proietti, presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (ACIERA), la federación que agrupa a los evangélicos de Argentina, expresó su disconformidad con la medida, que considera una anomalía de la democracia.
El comunicado que dio a conocer comienza diciendo: “Naturalmente debemos compartir un análisis en virtud de la reciente sanción de la ley que permitirá el aborto en Argentina. Lo primero que me gustaría señalar es lo siguiente: evitemos caer como iglesia en el juego político que nos presentan. Desde nuestra posición hemos hecho todo el esfuerzo práctico para evitar que argentinos designados por el voto popular no legalizaran la muerte. Esos argentinos (los legisladores que debieran representarnos), fueron elegidos por listas sábanas, que es lo que históricamente de un modo arcaico rige en nuestro país (un atraso que conviene a los mercaderes de la política)”.
Y además agrega, en contra de los legisladores: “Además, los ‘elegidos’ que votan, en su inmensa mayoría están lejos de los principios y valores que vivimos y predicamos y que nos esforzamos por defender, ‘desde afuera’, como quién grita detrás de un alambrado, frente a lo que está ocurriendo ‘adentro de la cancha’”.
Es “doloroso”, continúa Proietti, que “a pesar de estar en un país donde vive una población que por inmensa mayoría no aprueba el aborto, el juego político hace que, lejos de los argumentos científicos, sociales, religiosos, y de todo tipo, los que deciden, juegan ‘otro partido’, el partido de ellos, el de los puestos, las conveniencias, las ideologías partidarias, las presiones de interés, de modo de desnaturalizar el verdadero tema en discusión”.
Con respecto al presidente Alberto Fernández, añade: “Nuestra clase política ya no sabe moverse y decidir en base a convicciones, sino que lo hacen en base a circunstancias, intereses y oportunidades, en su mayoría, de índole inmoral y a espaldas del pueblo. Y si no, miren al Presidente, cuya palabra hace tiempo ya, perdió todo peso”.
“Decir que como católico, para él, EL ABORTO NO ES PECADO…”, escribe Proietti, y continúa: “O cuando ofende a la mayoría de los argentinos diciendo que es HIPÓCRITA por oponerse o no reconocer el aborto…”
“Son nuestros gobernantes, los que desoyen y avasallan la Constitución Nacional, los que no le dan valor a la vida, y lo peor, los que legislan la cultura de la muerte”, señala duramente.
Y vaticina: “Ya veremos, las leyes que seguirán a ésta. Si quieren una muestra, vean España y varios países europeos. Es una cadena anti vida que supera con creces los estragos del COVID.”
Y reflexiona el religioso: “El sistema ´democrático’, en cuanto al poder legislativo, está constituido de tal manera (listas sábanas que obedecen a los intereses del partido y no del pueblo), que a nosotros, quienes deberíamos ser representados, nos resulta imposible elegir a los legisladores que tengan convicciones éticas y morales; y no me refiero sólo a evangélicos, sino a todo ciudadano que esgrime esos fundamentos esenciales”.