Los fiscales que investigan las circunstancias de la muerte de Diego Armando Maradona realizarán una pericia caligráfica en la que buscarán determinar si su médico personal, Leopoldo Luque, falsificó la firma del “Diez” para solicitar su historia clínica, según informaron hoy fuentes de la investigación.
La medida fue pedida a la Asesoría Pericial de San Isidro y todavía no tiene fecha ya que el equipo de fiscales a cargo de la causa aguardan que sea remitida la firma original del astro futbolístico para que sea cotejada con tres hojas secuestradas en la casa del neurocirujano.
Fuentes de la investigación informaron a Télam que en una de ellas había un pedido de Luque de la historia clínica de Maradona a la clínica Olivos y firmada presuntamente por su paciente. En otra hoja similar se solicitaba lo mismo pero con la diferencia de que había varias firmas y en la restante había una firma escaneada que sería la original y alrededor tenía varias firmas.
Según las fuentes, los investigadores procurarán establecer si intentaron falsificarle la firma a Diego para realizar algún trámite, lo cual sería un delito porque la historia clínica de las personas sólo pueden ser entregadas al paciente o con una autorización.
De esta manera, una vez que tengan la firma original del astro futbolístico, la Asesoría Pericial pondrá una fecha para realizar la pericia y luego darán vista a cada una de las partes.
En tanto, el médico Yamil Ponce, un cirujano cardiovascular que cobró notoriedad pública tras operar a los turistas Joe Wolek y Christoffer Persson, quienes sufrieron asaltos y heridas de gravedad, será llamado a prestar declaración testimonial la próxima semana.
Es que el facultativo contó en Canal 9 que una semana antes del deceso de Maradona lo llamaron porque necesitaba “un médico a domicilio”, lo cual le llamó la atención porque pensó que ya tenía un médico personal ante una internación domiciliaria.
Según su relato, le pasó un presupuesto a la médica que lo había convocado y ésta le respondió que “ni ahí van a pagar eso por un par de recetitas”.
Tras escuchar sus dichos, los pesquisas convocaron al cirujano para ahondar en cómo fue la convocatoria y qué médica fue la que lo hizo, teniendo en cuenta que Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov que presuntamente estaban a cargo del “Diez” podían firmar recetas.
Maradona, la mayor figura de la historia del fútbol mundial, murió a los 60 años el 25 de noviembre pasado al mediodía, en una casa que su familia había alquilado en el barrio privado San Andrés, de Tigre, a dos semanas de su externación de la Clínica Olivos, donde había sido sometido a una neurocirugía por un hematoma subdural en el cerebro.
La autopsia determinó que murió como consecuencia de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada” y descubrieron en su corazón una “miocardiopatía dilatada”.
De acuerdo con los resultados de los estudios toxicológicos realizados, Maradona no tenía alcohol ni drogas ilegales en su organismo aunque sí detectaron psicofármacos.
De acuerdo a las fuentes, algunos de los psicofármacos encontrados son “arritmogénicos”, es decir que producen arritmia, algo que ahora los peritos y los fiscales deberán analizar para ver si eran convenientes para un paciente con una cardiopatía crónica como la que padecía el ex DT de Gimnasia.
La investigación del equipo de fiscales creado por decisión del fiscal general de San Isidro, John Broyad, y constituido por él y Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra, se centra en tres ejes principales: si hubo negligencia médica y por lo tanto un eventual “homicidio culposo”, quién tuvo responsabilidades sobre ese posible delito y si la muerte de Maradona se pudo haber evitado.
Con información de Télam