En el marco del plan de vacunación contra el coronavirus que se lleva a cabo en todo el mundo, autoridades sanitarias de Estados Unidos detectaron casos de adolescentes y jóvenes con afecciones cardíacas luego de la aplicación de las vacunas de Pfizer y Moderna. No obstante, insisten en que los beneficios superan los riesgos.
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El anuncio fue realizado durante una reunión de expertos convocada por los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de todo el país, en la que se revisaron 323 casos de miocarditis y periocarditis en menores de 30 años.
Los datos corresponden al 11 de este mes cuando más de 50 millones de dosis de las vacunas de ARN mensajero de Pfizer y Moderna habían sido aplicadas en personas de entre 12 y 29 años en Estados Unidos, informó la agencia AFP.
Según los informes oficiales, se detectaron inflamaciones del músculo cardíaco o de la membrana cardíaca que lo rodea. Del total de casos, 309 requirieron hospitalización, 295 fueron dados de alta y nueve siguen internados, incluso dos de ellos en unidades de cuidados intensivos. No hay datos de cinco casos.
La mayoría de estas afecciones se dieron en hombres, en especial tras la aplicación de la segunda dosis. No obstante, afirmaron que no hay muertes confirmadas.
Un miembro de la fuerza de tareas de vacunas contra el COVID-19 de los Centros de Control de Enfermedades, Matthew Oster indicó que “la miocarditis es una enfermedad rara pero no es nueva”. La tasa estimada de miocarditis es de cerca de 0,8 cada 100.000 niños por año. La enfermedad puede ser causada por un virus, aunque también podría haber otros agentes que la provoquen, aclaró.
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Los beneficios superan los riesgos de la vacuna
“Actualmente, los beneficios superan claramente los riesgos de la vacuna contra el COVID-19 en adolescentes y adultos jóvenes”, dijeron científicos presentes en la reunión.
Según los Centros de Control de Enfermedades, por cada millón de segundas dosis aplicadas a adolescentes de entre 12 y 17 años podrían ser evitados 5.700 casos de coronavirus, 215 hospitalizaciones, 71 ingresos a cuidados intensivos y dos muertes. En contraste, podrían esperarse entre 56 y 69 casos de miocarditis tras aplicarse las vacunas.
Tras estos hallazgos, las autoridades sanitarias y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) planean poner etiquetas para alertar sobre los potenciales riesgos de estas vacunas.
Si alguien sufre periocarditis tras la primera dosis, debería esperar a que se aclaren los síntomas y consultar a su médico antes de recibir la segunda aplicación. En tanto, quien padezca miocarditis tras la primera dosis, deberá avisar y postergar la segunda hasta que se obtenga más información, según el borrador del informe oficial que está siendo elaborado.
Las vacunas con ARN mensajero se han mostrado altamente eficaces contra la enfermedad. Además de proteger a los niños inmediatamente, los pediatras quieren ponerlos a cubierto de posibles efectos de largo plazo tales como un curso prolongado de la enfermedad o una complicación pos viral denominada Síndrome Inflamatorio Multisistema.