El papa Francisco pidió a la comunidad internacional “un compromiso común para superar los retrasos” en la distribución de la vacunas del coronavirus y “para promover su reparto, especialmente en los países más pobres”.
Luego de celebrar la misa del Domingo de Resurrección y dentro de la basílica, y no desde el balcón de la fachada de San Pedro como marca la tradición debido al confinamiento en Italia, el Papa rogó que “el Señor dé consuelo y sostenga las fatigas de los médicos y enfermeros” y destacó que “todas las personas, especialmente las más frágiles, precisan asistencia y tienen derecho a acceder a los tratamientos necesarios”.
Como suele ser habitual en los mensajes que preceden las bendiciones, Francisco repasó los males del mundo y los conflictos armados: “La pandemia todavía está en pleno curso, la crisis social y económica es muy grave, especialmente para los más pobres; y a pesar de todo -y es escandaloso- los conflictos armados no cesan y los arsenales militares se refuerzan”.