El Gobierno tomó la posición de intervenir en el conflicto entre Walmart y el sindicato de Camioneros, que dirige Pablo Moyano. Esta mañana, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria para negociar y frenar las medidas de fuerza de los trabajadores del centro logístico de la cadena, ante el reclamo del sindicato que piden que indemnicen y recontraten a 500 empleados por el cambio de dueño de la compañía.
A través de una solicitada, Walmart denunció presiones del gremio en su Centro de Distribución, “con asambleas, quita de colaboración y trabajo a reglamento”, lo que produjo faltantes de mercaderías.
Asimismo, señalaron que tras asumir la nueva gerencia, en noviembre pasado, “recibimos el pedido por parte del Sindicato de Choferes y Camiones de despedir al personal afectado al Centro de Distribución, indemnizarlo y volverlo a contratar con la misma antigüedad”.
Y agregaron que eso es “una práctica ilegítima, no prevista por ningún marco legal vigente, ni con la forma en que desarrollamos nuestra actividad en el país”.
Desde la cartera laboral conducida por Claudio Moroni anticiparon que la conciliación obligatoria estaba decidida y que era inminente, lo que implica una tregua de 15 días hábiles, la apertura de una mesa de negociación entre las partes y la suspensión inmediata de las medidas de fuerza.
El conflicto en Walmart se aceleró en los últimos días ante la negativa de aceptar el pedido de Moyano de despedir y recontratar a sus afiliados por el traspaso de la cadena a manos del grupo De Narváez.
Se trata del primer conflicto con los Moyano que afronta Francisco De Narváez en su retorno al supermercadismo, a 22 años de la venta de Tía. Es que desde el sindicato consideran que el cambio de dueño los obliga a pagar la indemnización del personal y retomarlos con la misma antigüedad.