Todos los años, cuando llega cada 29 de septiembre, se habla del corazón y de cómo cuidarlo, pero sólo en cómo afecta a los adultos. Además, muchas veces se hacen las campañas quedan sólo en cómo prevenir un infarto.
De esta manera, se pierde de vista que las enfermedades del corazón no afectan solo a los adultos, sino que también pueden aparecer desde el nacimiento. Es el caso de las cardiopatías congénitas.
Las cardiopatías congénitas son enfermedades del corazón en las que el paciente nace con malformaciones estructuradas del corazón y tiene una amplia gama de enfermedades estructurales. La evolución en el diagnóstico y tratamiento de las cardiopatías congénitas ha sido, en los últimos 50 años, de un avance vertiginoso.
En el mundo 1 de cada 100 personas nace con una cardiopatía. Según un informe del 2019 del Hospital Garrahan, en Argentina cada año nacen 7.000 chicos con esta patología y es la principal causa de muerte en menores de un año.
El corazón es una bomba que tiene cuatro cámaras que recibe sangre no oxigenada. Por vía de la arteria pulmonar esa sangre se envía al pulmón para ser oxigenada y retornar así al corazón oxigenada. Y desde allí es expulsada por el ventrículo izquierdo y la aorta hacia todos los tejidos del cuerpo, desde la cabeza hasta los pies. En una cardiopatía este proceso no ocurre normalmente, ya que hay anomalías.
En el mundo hay una cantidad innumerable de cardiopatías congénitas, por lo que sería largo nombrar todas. Pero esas anomalías en la estructura de esta bomba, que es el corazón, son múltiples: defectos en los tabiques, obstrucciones en las válvulas que van desde la atresia hasta obstrucciones no tan importantes, mal formaciones en las venas pulmonares o en las venas sistémicas, que son las que llevan la sangre al corazón.
Cardiopatía congénita: diagnóstico y tratamiento
Algunas cardiopatías son sencillas y fáciles de solucionar. Otras son mucho más complejas. Sin embargo, muchas que no eran compatibles con la vida ahora lo son, como, por ejemplo, la trasposición de los grandes vasos, que es una cardiopatía en la cual los vasos salen invertidos y por lo tanto la oxigenación no se podía realizar.
El tipo de cardiopatía denominada trasposición de los grandes vasos tenía un 98% de mortalidad a los 60 días de vida y ahora tiene un 99% de sobrevida, si es diagnosticada y tratada en un centro adecuado.
Las revoluciones en los tratamientos han sido muy importantes y han modificado la historia natural, es decir la evolución, de todas estas enfermedades. Muchas de ellas contaban con altísima mortalidad y ahora son pasibles de ser diagnosticadas precozmente.
“El diagnóstico precoz es muy importante y el tratamiento precoz también lo es”, le cuenta a Vía País el cardiólogo infantil Dr. Mariano Ithurralde (M.N 27.086)
Hace menos de 30 años no se las detectaba en el embarazo y ahora sí. El avance de la medicina hizo que cuando el ecógrafo detecta una anomalía en el corazón la puede enviar al cardiólogo y allí se diagnostica la enfermedad lo que hace ganar tiempo y para cuando llegue el nacimiento se pueda tratar desde el minuto 1 de vida.
Luego del nacimiento, las cardiopatías pueden ser tratadas quirúrgicamente, aunque en otros casos no es necesario. Pero en los casos que sí requieren cirugías, los pacientes se someten a una cirugía en varios períodos de su vida para ir corrigiéndola.
Antes las cardiopatías congénitas eran enfermedades raras y misceláneas que aparecían en los libros de medicina, explica Ithurralde. Ahora pasaron a ser enfermedades muy importantes que requieren, para su atención, especialistas en cardiopatías congénitas o cardiología infantil.
Asimismo hay especialistas en cardiopatías congénitas en adultos, ya que también muchos chicos que sobrevivieron gracias a los avances de la medicina ahora son adultos sobrevivieron y deben seguir tratando su enfermedad de por vida. Por ejemplo, en Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, la incidencia en los adultos es mayor que en los chicos.
En el Día Mundial del Corazón hay una nueva razón más para prestarle atención y descubrir la importancia de la bomba de nuestro cuerpo.