El primero de marzo del año pasado Joseph Flavill, un joven británico de 19 años, sufrió un grave accidente de tránsito. Mientras caminaba cerca de su casa en Tutbury (en Reino Unido) fue atropellado por un auto y de urgencia debió ser hospitalizado. En ese entonces la pandemia aun no había sido declarada.
Tras el fatídico accidente, el adolescente comenzó una batalla ya que el choque le provocó una lesión cerebral. Internado en el Hospital General de Leicester, estuvo en coma durante 10 meses.
La buena noticia es que desde hace un par semanas, su cuerpo comenzó a reaccionar. Según difundieron sus familiares en redes sociales: “Lentamente está empezando a despertar del coma 2 en el que se encontraba, para tener un mínimo estado de consciencia. Él está dando sus primeras respuestas a simples estímulos y puede verse cada vez más seguido una sonrisa en su hermoso rostro”.
La cuestión es que ahora llega el gran desafío para sus seres queridos: explicarle lo que pasó en el mundo durante los 10 meses que estuvo inconsciente y postrado en el hospital. Es que, más temprano que tarde, lo le tocará adaptarse a situaciones muy diferentes como ver a sus familiares por videollamada, o naturalizar los trajes que llevan los médicos que lo atienden.
Según se supo, Joseph estuvo enfermo de coronavirus en dos ocasiones durante sus 10 meses de coma. En declaraciones al diario británico The Guardian, la tía del joven, Sally Flavill Smith, describió: “Él no sabe nada sobre la pandemia porque estuvo durmiendo durante 10 meses. Su conciencia está empezando a mejorar ahora, pero no sabemos qué sabe. Simplemente no sé por dónde empezar. Hace un año, si alguien me hubiera dicho lo que iba a suceder durante el último año, no lo hubiera creído. No tengo idea de cómo Joseph llegará a comprender lo que todos pasamos”.
La tía contó que la familia intentó explicar mediante una videollamada por qué no pueden estar con él en persona, aunque todavía no le dieron detalles sobre la magnitud de la pandemia. “Cuando esté bien despierto en su habitación, no tendrá ni idea de por qué está allí. Tratamos de hacerle saber que realmente queremos estar allí, tomados de la mano, pero no podemos debido a covid”.
Sobre la delicadeza con la que intentan manejar la situación explicó: “Tratamos de mantenerlo lo más simple posible, no tenemos el tiempo para adentrarnos en el tema y así simplemente no se siente real, ¿verdad? Cuando pueda tener contacto cara a cara, será la oportunidad de explicarle todo”.
Respecto a la recuperación del joven, su tía fue optimista: “Ha comenzado a dar algunos pasos realmente significativos en el proceso de recuperación. Ha estado siguiendo órdenes, por ejemplo, tocando su oreja izquierda y derecha cuando se le pide que lo haga, es capaz de mover ambas piernas, está respondiendo sí y no a través del parpadeo y el paso más asombroso es que ha demostrado nosotros su increíble sentido del humor”.
Emocionada, cerró con esperanza: “Sus sonrisas esta semana nos han hecho emocionar hasta las lágrimas! Tenemos un largo camino, pero lo que ha conseguido en estas últimas tres semanas ha sido absolutamente increíble”.