Julieta de 8 años, hija de Cintya Fonteina y Daniel Arias, contrajo coronavirus estuvo nueve días internada y falleció. La nena no tenía comorbilidades y ya había recibido el alta después de que toda su familia contrajera el virus. Sus padres piden por la vacunación para los chicos y más información sobre cómo impacta el COVID-19 en los menores de edad.
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El 8 de junio Julieta apareció manchitas en su cuerpo. La respuesta del pediatra de cabecera fue: “Comprale Caladryl, eso es un estado alérgico”. Sin embargo, el médico sabía que toda la familia había tenido coronavirus unas semanas atrás.
Según informó Clarín, Cintya, la madre de la niña, fue a hisoparse a una Unidad de Pronta Atención (UPA) de Lanús y recibió su resultado de coronavirus positivo el 26 de mayo. Automáticamente toda la familia fue dada como contagiada, Daniel, Julieta y Selena, su otra hija de 16 años. Pero a ninguno de ellos los hisoparon.
El 29 de mayo, el padre de la familia y la mayor de las hijas comenzaron con fiebre y tos seca. Daniel llegó a estar 12 días con fiebre pero ninguno llegó a ser hospitalizado. Su hija menor, Julieta, atravesó el aislamiento sin síntomas hasta que todo el grupo familiar fue dado de alta.
“Nosotros tocábamos el cielo con las manos que salimos de eso y las nenas no tuvieron complicaciones”, indicó Daniel, quien admitió: “Nunca nos imaginamos lo que vino después”.
Unas semanas más tarde a Julieta le salió un sarpullido, siguieron la recomendación del pediatra y le compraron la crema. A los tres o cuatro días desapareció sin ningún otro síntoma . Quedamos como que era una erupción, un estado alérgico y se fue“, relata la madre de la pequeña.
Veinte días después, Julieta comenzó con malestar gastrointestinal y fiebre muy alta “Salimos corriendo con mi marido hasta la guardia. ‘Algo está pasando’, pensamos“, recuerda Cintya.
Ese martes 28 de junio, cuando entraron al Hospital Evita de Lanús, a Julieta le hicieron un hisopado y una radiografía de tórax. “La médica nos dijo que tenía como un puntito de una neumonía, que si no se le trataba que se podía agravar y hacer más grande”, cuenta la mamá. La indicación fue amoxicilina, pero que en caso de vómitos regresaran a la guardia.
Después de la segunda toma del medicamento, Julieta comenzó a vomitar. “Fuimos de nuevo al hospital y me la querían mandar a casa. ‘No, tiene que hacer el efecto el antibiótico’, decían. Yo no me la quería llevar porque sabía que iba a tener que volver“, relata Cintya.
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A la nena le tomaron muestras de sangre y orina y les dijeron que los resultados demorarían unas dos horas. En ese lapso, el estado de Julieta se agravó, con diarrea y vómitos. La familia volvió al hospital para buscar los resultados y Julieta quedó internada. En un momento, Cintya le mostró a la doctora la erupción en la piel que Julieta había presentado veinte días atrás. ”Eso es Covid“, le confirmaron.
El jueves llegaron los resultados del hisopado que confirmaron el caso positivo. “Ese día, justo después de que la doctora pasara a revisarla mi hija me dice: ‘Mami, no puedo respirar’“. A Julieta la pasaron a terapia intermedia y le dijeron a la madre que tenía neumonía.
El lunes la situación se volvió aun más angustiante. “Vino el neumólogo y me dijo: ‘Necesito hablar con vos. Tenemos que intubar a tu hija‘. El oxígeno no servía, tenía mucha taquicardia y no le bajaba la temperatura “, cuenta la mamá. Ese día, Cintya se despidió de su hija antes de que la pusieran en coma farmacológico.
“El martes al mediodía me llamó el médico para decirme que el cuadro era delicado, que iba a hacer una excepción para que fuéramos a verla y nos dejaron pasar de a uno“, relata Daniel. La pareja volvió el miércoles y el jueves les llamó la atención que a las 18 todavía no se ha recibido ningún parte.
A las 6 de la mañana del viernes 9 de julio, Daniel recibió un llamado del hospital en el que les dijeron que la nena tenía un cuadro “muy severo” y “no toleraba la medicación”. Les pidieron que se quedaran cerca por las dudas. “A las 11 me volvieron a llamar para decirme que Julieta tuvo un paro cerebral y que era irreversible, que había que esperar que su corazón dejara de latir. Fue un balde de agua fría. Ya eso nos desestabilizó a todos acá“, recuerda, entre lágrimas. Su hija falleció una hora después.
Coronavirus en niños
El coronavirus le provocó a Julieta una infección en todos sus órganos vitales: pulmones, corazón, hígado que se denomina “síndrome inflamatorio multisistémico”. La madre de la niña indicó: “nos dicen que los chicos no se enferman y era mentira.
“Si hubiéramos sabido antes lo de las manchitas, esto sería todo muy distinto. Quedamos a la mitad, nos falta otra mitad que es mi hijita“, lamentó su madre. La familia sostiene que sería “importante” que se pueda “vacunar a todos los chicos contra el COVID-19”.
En este marco, la familia de Julieta desea que el caso sirva para difundir que las manchas en la piel son uno de los síntomas del Covid. “Si tienen hijos chiquitos y ven unos granitos raros en su cuerpo, vayan a ver qué está pasando. El sarpullido es un síntoma y nosotros nos venimos a enterar ahora. El médico de cabecera debería habernos dicho, más sabiendo que tuvimos coronavirus“, sostienen.