Este martes se confirmó el hallazgo de la nieta 192 que fue anunciado por Abuelas de Plaza de Mayo. Pero el procedimiento hasta llegar a tal noticia fue largo y comenzó en 2012, cuando en el organismo de derechos humanos presidido por Estela de Carlotto se encontraron con la primera pista del caso.
En aquel año, a partir de diversas informaciones recibidas sobre una joven que había sido inscripta como hija propia por un matrimonio, desde Abuelas se resolvió que el equipo de aproximación se encargue del caso.
La documentación recibida mostraba que la partida de nacimiento era apócrifa y que había sido firmada por un médico de la Policía Federal Argentina. Además, constataron que el parto había ocurrido en domicilio.
Ya en 2013, miembros de Aproximación del área de Investigación de Abuelas contactaron a la presunta hija de desaparecidos que vivía en España para invitarla a realizarse el estudio de ADN.
El equipo realizó la comunicación por teléfono y quedó en continuarla vía mail. En ese entonces, la mujer adelantó que en 2014 viajaría a la Argentina para seguir conversando sobre la posibilidad de hacerse el estudio. Asimismo, desde el organismo le informaron que la prueba genética podía realizarse a través del Consulado.
Lo cierto es que la cuestión se dilató ante la falta de respuesta de la mujer, por lo que el área de Investigación de Abuelas le informó a la presunta nieta que su caso sería derivado a la Unidad fiscal especializada para casos de apropiación de niños durante la dictadura militar.
El juez Sergio Torres fue quien tomó la causa y, a través de la representación diplomática del país donde reside la mujer, intentó en dos oportunidades que se analizara pero recibió negativas. Entonces, envió un exhorto a la Justicia española, que rechazó realizar un allanamiento para verificar la identidad de la joven.
No obstante, un amigo de la mujer, que vive en la Argentina, la incentivó para conseguir información certera sobre su origen en 2017, por lo que el hombre se dirigió a la sede de Abuelas en el barrio porteño de Monserrat, donde fue atendido por el equipo jurídico y el de Presentación Espontánea de esa asociación.
Finalmente, la nueva nieta se presentó ante la Justicia argentina el último miércoles 3 de abril y aceptó realizarse voluntariamente el análisis en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), que arrojó que es hija de Norma Síntora y Carlos Solsona.
Su papá Carlos, sus hermanos Marcos y Martín y sus sobrinos la esperan con ansias para abrazarla y reconstruir casi 42 años de historia guardados en una cajita por culpa del terrorismo de Estado.
Por la Corresponsalía de Buenos Aires.